
Fútbol
Final de Copa: Flick, el entrenador que ha cambiado la frágil moral del Barcelona por una fe infinita en la victoria
El técnico es el gran artífice de este Barça que se ha recuperado en muchos partidos (Real Madrid, Atlético, Benfica, Celta...) de marcadores en contra y que después de la Copa busca LaLiga y la Champions

El Barcelona celebró el triunfo en la final de la Copa del Rey por todo lo alto, segundo título que logra en la temporada y superando al mismo rival en la final: el Real Madrid. «No sé si se inicia una nueva era, pero esto nos carga de motivación para lo que viene», aseguró Ferran Torres, MVP del partido y máximo goleador de la competición. Se mueve entre la euforia y la precaución el conjunto azulgrana, pero la palabra triplete es de las más repetidas en la Ciudad Condal y es inevitable que vaya entrando en las cabezas de los futbolistas. «El equipo no habla del triplete, está concentrado en divertirse, en entrenar...», cuenta Araujo. «Es el primero de ese famoso triplete del que todo el mundo habla y nos da mucha confianza para los dos títulos que restan», afirma Pedri. No mira hacia ahí todavía Hansi Flick, que sonríe en rueda de prensa después del Clásico cuando le preguntan por repetir un ambiente así en la final de la Champions: «Quedan dos partidos para poder hablar de eso», dice el alemán, consciente del desafío que suponen las semifinales ante el Inter y con la filosofía del partido a partido que ha popularizado Simeone, pero que es algo de toda la vida.
Flick es el gran cambio
«Si en agosto me dicen que íbamos a estar en esta situación no me lo creo», confesaba Araujo en la previa. La gran diferencia en el Barcelona esta temporada no la da un jugador nuevo como pudo ser Ronaldinho en la primera etapa de Joan Laporta como presidente, la está dando Flick desde el banquillo. La gran novedad en la plantilla es Dani Olmo, un futbolista extraordinario que ha estado una parte del curso lesionado. El resto estaba ya la temporada pasada, pero la mentalidad es diferente. Xavi tuvo el mérito de ganar una Liga en plena depresión azulgrana, pero no consiguió darle continuidad. Con Flick está empezando a aparecer un cambio de tendencia que se refleja por ejemplo en que por primera vez en mucho tiempo el Barcelona afrontaba un Clásico como favorito, aunque después cuando rueda el balón esa etiqueta importe poco. El alemán ha inoculado en los jugadores su idea de juego, aunque por momentos parezca suicida con esa defensa tan adelantada, y la plantilla tiene fe ciega y se cree capaz de todo.
Las remontadas del año
Esa mentalidad es la que le faltaba recientemente: el equipo azulgrana se caía en cuanto venía el más mínimo contratiempo. La transformación se ha visto en la Champions. La roja a Araujo en la vuelta de cuartos de la campaña pasada fue una losa insalvable, pero la roja a Cubarsí en Lisboa ante el Benfica en la ida de octavos de este curso la afrontó el Barça con determinación, un gran trabajo colectivo y el punto de suerte necesario en algunas acciones. Precisamente en ese estadio protagonizó una de las remontadas que le están caracterizando: pasó del 4-2 (minuto 68) al 4-5 (minuto 90 +6). Contra el Celta, hace dos jornadas de Liga, iba 1-3 en el 62 y Raphinha marcó el 4-2 en el 90+8.
En otros duelos importantes también ha comenzado por detrás o ha ido por detrás, y ha terminado encontrando soluciones. En esta última final de Copa revivió tras el 1-2 de Tchouameni. En la Supercopa también empezó por detrás con el tanto de Mbappé, y acabó goleando (2-5) y resistiendo más de media hora con diez sin demasiados apuros aparentes. Contra el Atlético en la ida de semifinales de Copa encajó dos goles en seis minutos y antes del descanso ya mandaba (4-4 al final, pero ganó la vuelta); y en Liga en el Metropolitano el 2-0 de Sorloth fue en el 70, y el choque acabó 2-4. «Le dije a Araujo que daba igual si nos marcaban uno o dos goles porque este año no pueden con nosotros», asegura Lamine Yamal. «A este equipo no se le puede dar por derrotado. Tenemos una ambición increíble», expresó Pedri. «Nunca perdemos la esperanza, hoy lo hemos demostrado», completó Ferran.
La duda del cansancio
«Yo estoy aquí con mi equipo para crear un ambiente en el club, en el vestuario, para que los jugadores disfruten del fútbol y que puedan jugar al máximo nivel, y ese ambiente para mí es importante, que vean que creemos en ellos», explicó su fórmula Hansi Flick, que ha mejorado prácticamente el rendimiento de todos los jugadores. Los mima y los cuida, con una charla o un abrazo. Lo que vertebra todo esto son los resultados y las victorias, pero el técnico también ha sabido remontar el bache en el que entraron en noviembre y diciembre.
Si hay calidad, la cabeza es primordial para que las piernas vayan, pero las piernas también tienen un límite. Al Barça le quedan tres partidos en la Champions y cinco jornadas de Liga en las que se puede permitir un tropiezo. La meta está cerca, pero también el físico de algunos futbolistas llega a la reserva. A Raphinha o Pedri, grandes figuras de esta campaña, se les nota un poco fatigados.
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