Fútbol

Gabriel Rufián no esconde sus colores en el fútbol: "Somos un equipo oprimido"

El diputado de ERC utiliza su lenguaje político también para explicar cómo se siente con su equipo de LaLiga

El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, a su llegada a una Junta de Portavoces, en el Congreso de los Diputados, a 16 de septiembre de 2025, en Madrid (España). 16 SEPTIEMBRE 2025;JUNTA;PORTAVOCES;CONGRESO;CONGRESO;DIPUTADOS Eduardo Parra / Europa Press 16/09/2025
Gabriel Rufián es muy aficionado al fútbolEduardo ParraEuropa Press

El comienzo de la temporada del RCD Espanyol está siendo una de las grandes sorpresas del curso en LaLiga. El conjunto blanquiazul está firmando una campaña notable que le ha permitido ser tercero con 10 puntos y alimentar un sueño que había permanecido en letargo durante demasiado tiempo: regresar a competiciones europeas. La ilusión se ha extendido entre los aficionados pericos y también ha llegado al discurso político, como dejó claro Gabriel Rufián, portavoz de Esquerra Republicana en el Congreso y reconocido hincha del club. “Este año a Europa. Estoy contento, somos un equipo oprimido”, afirmó con una mezcla de entusiasmo futbolero y retórica habitual en su estilo.

El comentario de Rufián, entre la broma y el deseo, refleja el estado de ánimo general entre el espanyolismo, acostumbrado en los últimos años a convivir con la frustración y la sensación de invisibilidad frente al dominio mediático del FC Barcelona en la misma ciudad. Para los seguidores pericos, soñar con regresar a las noches europeas es volver a sentirse parte del mapa futbolístico internacional.

Un presente alentador

El Espanyol ha logrado escapar, por ahora, de los fantasmas del descenso, asentarse en la élite y encontrar estabilidad institucional. El trabajo desde los despachos ha ido de la mano con un grupo competitivo sobre el césped, donde se han combinado a la perfección jugadores experimentados con jóvenes que conocen bien lo que significa vestir la camiseta blanquiazul. Y un entrenador excepcional.

La clave de este éxito momentáneo pasa por varios factores. En primer lugar, la consistencia defensiva lograda gracias al técnico, que ha apostado por un bloque sólido y disciplinado. En partidos recientes contra rivales de peso, el conjunto perico se ha mostrado rocoso atrás, dificultando la generación de ocasiones del adversario y aprovechando las transiciones rápidas.

Por otro lado, la hinchada también ha encontrado motivos para aumentar su entusiasmo.

Rufián, un hincha más

La frase de Gabriel Rufián, “somos un equipo oprimido”, encierra mucho más que una declaración sentimental. Desde hace décadas, una parte del espanyolismo se ha sentido relegada en el ecosistema deportivo catalán, siempre ensombrecido por la dimensión global del FC Barcelona. En ese contexto, la palabra “opresión”, aunque usada en tono cómico por el dirigente político, conecta con una percepción histórica: la del Espanyol como equipo que lucha contra el olvido, contra la falta de reconocimiento y contra la tendencia de muchos medios a centrar su atención en el eterno rival.

Al mismo tiempo, la afirmación de ir “a Europa” devuelve a la agenda pública la ambición de un club que nunca ha renunciado a dejar huella en competiciones internacionales. Aunque no cuenta con la magnitud económica ni mediática de los grandes de LaLiga, el Espanyol ha demostrado en distintas etapas de su historia que, con perseverancia, puede ser protagonista. El recuerdo de figuras como Tamudo, De la Peña o Dani Jarque todavía inspira a las nuevas generaciones, que sueñan con devolver al club a un escaparate continental.

Ahora, el Real Madrid

El contexto deportivo del presente curso es complicado y se supone que el Espanyol caerá. Sin embargo, la temporada pone de manifiesto que el Espanyol, con humildad, está en condiciones de competir de tú a tú contra cualquiera. Puede que también contra el Real Madrid. Por eso Rufián añadió que no es cierto que el equipo perico juegue a perder contra el Real Madrid, al revés, este sábado van a ir al Bernabéu a ganar

Más allá de lo estrictamente deportivo, el buen momento también ha servido para que el club recupere confianza institucional y mediática. Durante años, la falta de estabilidad dificultó consolidar proyectos. La actual dinámica, en cambio, ha contribuido a reconstruir una narrativa más sólida alrededor del Espanyol, reivindicando su identidad, su historia y su papel en el fútbol español.