Selección Española

Ganar es la consigna de España, y de Italia

Lopetegui no se conforma con el empate y exige a su equipo niveles de «excelencia» frente a un adversario «enorme»

Bartra, Ramos, Aspas, Isco, Alba y Carvajal, semitapado, durante el entrenamiento de ayer en el Bernabéu
Bartra, Ramos, Aspas, Isco, Alba y Carvajal, semitapado, durante el entrenamiento de ayer en el Bernabéularazon

Lopetegui no se conforma con el empate y exige a su equipo niveles de «excelencia» frente a un adversario «enorme».

Italia firmó el finiquito de la edad de oro del fútbol español en la Eurocopa de Francia’2016, un fatídico 28 de junio, y un 6 de octubre en Turín fue el punto de apoyo de la restauración. De la mano de Conte, la «Azzurra» vapuleó a la Roja de Vicente del Bosque en un primer tiempo que descosió las endebles costuras de un equipo que dejó de hacer historia dos años antes en Brasil. Fin de la novela y triste despedida del técnico más laureado de la Selección. Tres meses después, ya en la fase de clasificación para el Mundial’2018, Vitolo aprovechó un error mayúsculo de Buffon para dar la bienvenida a Julen Lopetegui y Sergio Ramos echó agua al vino al precipitarse sobre Éder y cometer un penalti absurdo. El empate a uno final dejó un sabor agridulce, la victoria estaba en el bote y se esfumó; pero las señales que emitió la Selección volvieron a ser positivas. Y así, con un equipo crecido y con la identidad en términos de recuperación, llega este trascendental España-Italia al Bernabéu. La victoria es la meta de ambos conjuntos porque, al lograrla, Rusia estaría mucho más cerca, si bien el empate a pocos goles mantendría al anfitrión en cabeza del grupo G.

Si a Lopetegui se le han caído de la lista Vitolo y Diego Costa por motivos muy dispares –lesión y verano sabático, en cada caso–, a Giampiero Ventura las molestias de Chiellini en un gemelo le han roto los esquemas. Iba a proponer, seguramente, una defensa con tres centrales –Bonucci, Barzagli y el lesionado– y terminará alineando un 4-2-4. Necesita el triunfo. «El partido va a ser complicado –asume Lopetegui– porque Italia es un grandísimo equipo, un rival enorme que va a ser muy diferente en todos los aspectos del que encontramos en Turín». Verratti y De Rossi forman el doble pivote que ampara a Candreva e Insigne y sirve de impulso a Immobile y el talentoso Belotti, dos delanteros con gol, ambición y juventud. Defensivamente, Italia es irreprochable, aunque ya no practica el «catenaccio», y ofensivamente sus cualidades son evidentes.

¿Qué hacer frente a un adversario tan bien plantado? Lopetegui aporta la solución: «Para ganarles tenemos que rozar la excelencia». Y oculta la alineación. La convocatoria de Villa, 35 años, máximo goleador de la Selección (59 tantos), no ha levantado suspicacias. Arriba es donde España ofrece menos recursos, pero sí que ha supuesto un cambio de estrategia, en teoría. Podría jugar él, aunque Morata es más probable, o bien recurrir al falso 9, utilizando para esa posición, que con Cesc dio tan buenos resultados, a la sensación de LaLiga, Marco Asensio.

La Selección se entrenó oculta tras unas lonas negras, síntoma de que Lopetegui prepara alguna sorpresa, aunque lo niegue: «Somos bastante previsibles y no es la primera vez que ensayamos con lonas negras. Podemos jugar de varias maneras y todas son válidas. Además, juegue quien juegue disponemos de un gran equipo».

En el promedio goleador, España aventaja a Italia (18-14), de ahí que los transalpinos tengan una necesidad ineludible de vencer. El empate para ellos podría no ser suficiente a la larga, y aún quedan tres partidos por disputar; pero éste es fundamental.

En el último entrenamiento de la Selección, ayer tarde en el Bernabéu, se agotaron las 30.000 invitaciones que regaló la Federación. El ambiente es excelente, como no podría ser de otra manera en un partido de esta trascendencia y con estos dos contrincantes. Hoy el coliseo madridista estará lleno a rebosar y lo que se espera es que el público se vuelque con la Selección y el protagonismo de Piqué sea exclusivamente deportivo: «Seguro que el público madrileño va a ayudar a la Selección. Lo vamos a necesitar. No podemos renunciar a esa energía»

El partido está considerado de alto riesgo, habrá 1.700 personas destinadas a la seguridad y una incógnita sobre todas las demás, Asensio, el hombre del día, a quien Iniesta considera «un jugador diferente con mucho margen para mejorar»; pero no se olvida del rival: «Italia tiene mucho peligro; del más mínimo detalle puede sacar provecho. Atentos».