Atlético de Madrid
La despedida del Calderón: «Me da tanta pena que no pienso verlo»
Antiguos empleados del Atlético recuerdan los momentos vividos en el estadio rojiblanco antes del último partido
Antiguos empleados del Atlético recuerdan los momentos vividos en el estadio rojiblanco antes del último partido
Los recuerdos se acumulan en la despedida. «Le embargan a uno tantas emociones que es complicado hablar», dice Alberto Unsain, empleado del Atlético durante más de 30 años y jubilado desde hace cinco. «He sido socio toda mi vida. Desde el año 48 que nací he ido al Metropolitano. Mis padres me llevaban en mantillas. Estuve hasta el año 81, que entré a trabajar en el Atleti y ésa es mi vida: de vigilante nocturno, a mantenimiento del campo y luego como responsable de vestuario en el primer equipo desde el año 88», explica. Alberto era el jefe del vestuario, aunque él prefiere rebajar el cargo. «Yo era responsable de vestuario, jefe no. Ahí el que mandaba era el que estaba de entrenador. Yo me encargaba de que el vestuario estuviera limpio y preparado para los entrenamientos y los partidos».
No siempre fue fácil trabajar en el Calderón, aunque los peores momentos llegaron en los primeros años 80. Como cuando los empleados se encerraron en el estadio. «Estuvimos reunidos para apoyar a Cabeza, que era el presidente porque fue muy importante para los empleados. Nosotros cobrábamos una parte en nómina y otra en efectivo y este hombre nos metió todo en nómina. Estaremos siempre agradecidos», recuerda.
Por ese vestuario que manejaba Alberto pasaron muchos futbolistas y muchos entrenadores, también periodistas. « Conocí a José María García, que venía en una Mobylette en los entrenamientos», recuerda. Pero ningún personaje le marcó tanto como Luis Aragonés. «Siempre lo he tenido como referente. Era tan particular. Para nosotros los empleados siempre ha sido una cosa fenomenal lo que nos ha apoyado y lo que nos ha ayudado. Siempre tendré su recuerdo», afirma.
También José Camarero, antiguo coordinador de seguridad, se acuerda de Luis ahora que llegan las últimas horas del Calderón. «En los desplazamientos me contaba cosas de su pasado como jugador, de su pasado como entrenador y tenía una facilidad pasmosa para contar chistes y anécdotas. Aunque tenía un carácter fuerte. A toda la plantilla, tanto a jugadores como trabajadores de la entidad, la ha defendido a capa y espada», explica.
«Yo fui nombrado coordinador de seguridad por la delegación del Gobierno de Madrid cuando todavía estaba Vicente Calderón como presidente. Son muchos recuerdos: quitar las vallas, hacer un foso, volver a quitar el foso, reducir el aforo, el problema de la aluminosis, que hubo que remodelar el estadio por zonas, establecer las nuevas medidas de seguridad a las que obligaba la ley del deporte, que hubo que poner las UCO’s (Unidad Central Operativa) en todos los estadios. Viví la época de Jesús Gil y ya estuve poco tiempo con el actual presidente, Enrique Cerezo», rememora Camarero. Pero ningún partido para él fue tan complicado como el del descenso a Segunda.
Ninguno de los dos, ni Alberto ni Camarero, acudirá esta tarde al Calderón para despedirse. «Tengo un pase para ir que nos dan a los empleados jubilados, pero no voy a ir. Lo veré en casa porque eso iba a ser demasiado fuerte para mí», cuenta Alberto. «Fíjese si me dará pena, que no pienso verlo. Me trae muchos recuerdos», explica Camarero. Aunque el antiguo responsable de seguridad del club sí acudirá a conocer el nuevo estadio. «Pienso ir a algún partido por lo menos para conocerlo», afirma. «No he sido nunca abonado, pero seguidor del Atlético desde mi más tierna infancia. Por eso me ha encantado que se recupere el nombre de Metropolitano».
El recuerdo de Simeone
El Calderón se despide contra el Athletic Club, pero para Simeone la despedida real llegó la semana pasada. «Es el último partido de Liga, pero el Calderón se cerró contra el Real Madrid», asegura el Cholo.
Ahora que el Atlético se marcha, la memoria del entrenador rojiblanco se llena de escenas pasadas en su estadio. «Siempre me quedará el gol al Albacete como recuerdo, abrió el camino a un título que no llegaba desde hacía 25 años. Es el punto más alto de mi etapa de futbolista», relata. «El Calderón siempre quedará en la historia de mi vida».
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