Selección Española

Marchena hace de Hierro

El exinternacional español estaba en Sevilla cuando recibió la llamada del presidente de la Federación, Luis Rubiales, para ejercer las mismas funciones que iba a empezar a desarrollar en el club sevillista

La Razón
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El exinternacional español estaba en Sevilla cuando recibió la llamada del presidente de la Federación, Luis Rubiales, para ejercer las mismas funciones que iba a empezar a desarrollar en el club sevillista.

Carlos Marchena fue un fichaje de urgencia, uno más, para el equipo de Fernando Hierro. Antes que él llegaron Julián Calero, el segundo entrenador, y Juan Carlos Martínez, el preparador físico. A los dos los conocía ya el nuevo seleccionador. A Martínez lo fichó él para las categorías inferiores de la selección en su anterior etapa como director deportivo. Calero fue ayudante de Lopetegui en el Oporto y de Hierro en el Oviedo. Ahora entrenaba al Navalcarnero, cargo que compatibilizaba con su puesto de policía municipal en Madrid. Marchena se incorpora para hacer una labor parecida a la que ejercía el nuevo seleccionador hasta ahora, «ser el enlace entre la Federación, el cuerpo técnico y los jugadores. Estar pendiente de ellos, cuidándolos en todo momento, transmitir otro punto de vista de fuera que sea para ayudar», explica.

El exinternacional español estaba en Sevilla cuando recibió la llamada del presidente de la Federación, Luis Rubiales, para ejercer las mismas funciones que iba a empezar a desarrollar en el club sevillista. «Con Fernando tengo una relación de siempre extraordinaria, me pidió que viniera a ayudarle, que yo ya sabía el trabajo que hacía él y el ''feeling'' y la confianza que tenemos han hecho más fácil todo», confiesa. «Me siento muy identificado con el equipo. Conozco a todo el mundo», dice. Por eso cree que lo llamaron. Y también por su carácter «de darlo todo, para dar confianza a los chicos y transmitir tranquilidad». «Entre todos llegaremos lejos», afirma.

De momento, su trabajo se extiende sólo hasta que termine la participación de España en el Mundial. Al llegar, se ha encontrado un grupo que ha sabido reaccionar después del golpe del despido del seleccionador. «Me encuentro un equipo que ha sufrido una situación desagradable y extraña, ha sido un revés para el grupo, pero es un equipo maduro, que sabe a lo que viene. Cuando vienen situaciones complicadas o te unes o se rompe la familia. Se ha optado por unirse más, por estar más comprometido si cabe», reconoce. También De Gea ha reaccionado bien después de sus errores en el debut. «Como decía el maestro Luis Aragonés, tiene las espaldas anchas, lleva mucho tiempo jugando y tiene mucha experiencia. Accidentes pueden pasar, pero David es un porterazo y es uno de los nuestros», dice.