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Polémica

“Hoy me siento catarí, hoy me siento gay, hoy me siento africano”, dice Gianni Infantino

El presidente de la FIFA denuncia la doble moral europea sobre la celebración de la Copa del Mundo en Qatar

Doha (Qatar), 19/11/2022.- FIFA President Gianni Infantino addresses a press conference in Doha, Qatar, 19 November 2022. The FIFA World Cup Qatar 2022 will take place from 20 November to 18 December 2022. (Mundial de Fútbol, Catar) EFE/EPA/MOAHAMED MESSARA
Doha (Qatar), 19/11/2022.- FIFA President Gianni Infantino addresses a press conference in Doha, Qatar, 19 November 2022. The FIFA World Cup Qatar 2022 will take place from 20 November to 18 December 2022. (Mundial de Fútbol, Catar) EFE/EPA/MOAHAMED MESSARAMOAHAMED MESSARAAgencia EFE

“Hoy me siento catarí, hoy me siento árabe, hoy me siento africano, hoy me siento gay, hoy me siento discapacitado, hoy me siento un trabajador migrante. Tengo sentimientos muy fuertes”. Con esas palabras Gianni Infantino, el presidente de la FIFA, anunciaba lo que iba a ser su discurso de una hora ante los 500 periodistas presentes en uno de los varios anfiteatros de los que dispone el Centro Internacional de Prensa para el Mundial de Qatar.

Unas palabras que venían seguidas del relato de su niñez, difícil por ser diferente, y el ejemplo que Suiza puede suponer para el desarrollo de Qatar. “Sé lo que es ser discriminado en un país que no es el tuyo. Sufrí acoso en el colegio porque era pelirrojo y pecoso. Además, era de origen italiano y hablaba mal alemán. Vi lo que sufrían los trabajadores que llegaban a la frontera para buscar un futuro mejor”, explica Infantino.

Eso sucedía en Suiza, a la que años después el presidente de la FIFA define como “un modelo de integración”. Por eso denuncia la “hipocresía y la doble moral” de Europa al hablar de la organización del Mundial en Qatar. Denuncia que, por ejemplo, mientras Europa critica “desde el sofá” la concesión de la Copa del Mundo a Qatar porque no respeta los derechos humanos, las empresas europeas hacen negocios muy lucrativos en Qatar. Y, sin embargo, lamenta que esas empresas se molesten cuando se pretende mejorar las condiciones de sus trabajadores. “A lo mejor no se pueden permitir ganar 900 millones en vez de 1.000″, dice. Infantino asegura que la FIFA sí se preocupa de esas mejoras. “Cuando vine hace seis años lo primero que hice fue hablar de los trabajadores”, asegura.

Infantino denuncia esa doble moral, pero mira para otro lado cuando se trata de los trabajadores fallecidos en la construcción de los estadios o cuando se trata de los derechos de los gays, a los que todavía se condena con siete años de cárcel por su opción sexual. “Todas las personas son bien recibidas en Qatar sea cual sea su religión, raza y orientación sexual”, asegura el presidente de la FIFA.

Asegura el presidente de la FIFA que el ejemplo es el de su organización, que se acerca a otras culturas para ayudar a transformarlas. Un proceso, el de la concesión de derechos a mujeres, a homosexuales, a migrantes que a Europa le costó 3.000 años.