Mundial de Qatar 2022: Modric anuncia sus planes de futuro con Croacia

Si en algún sitio tienen sentido los partidos por el tercer puesto es en el Mundial, un torneo lo suficientemente grande y al que tan pocos pueden acceder como para no quitarle a nadie el honor de luchar por la medalla de bronce y de estar otros 90 minutos sobre el césped de ese escenario con el que sueñan todos los niños cuando empiezan a jugar a la pelota. Croacia y Marruecos honraron la llamada final de consolación en Doha hasta donde le dieron las fuerzas, porque los dos, sobre todo los africanos, llegaban fundidos al séptimo encuentro. La medalla se la llevaron los croatas, como en aquel 1998 en el que el bronce les sirvió para que todo el mundo respetase su independencia. Ahora el significado no era tan profundo, pero sí reivindicaban los balcánicos su capacidad para competir después del subcampeonato de hace cuatro años en Rusia.

Era también la última aparición de un mito, Luka Modric, que jugaba su partido número 19 en la Copa del Mundo de la FIFA. Por supuesto, se dio el gusto de jugarlo entero y lo celebró con alegría junto a sus compatriotas y a sus hijos sobre el césped del Khalifa International. No le gusta que le miren el DNI, pero lo de imaginarlo en el Mundial de 2026 es imposible incluso hasta para un Peter Pan de su calibre.

Su selección le quiso honrar con el triunfo y Orsic le dejó un golazo como recuerdo, el de la victoria poco antes del descanso, cuando dentro del área le llegó la pelota y acomodó el cuerpo para de primeras ponerla en la escuadra de Bono, que voló y la tocó, pero no lo suficiente. El balón pegó en el poste, porque ni la madera quiso estropear semejante tanto.

Antes había abierto el marcador Gvardiol, el central de moda y que también aprovechó el partido por el tercer puesto para demostrar que además de ser contundente y tener calidad para sacar el balón de atrás también sabe levantarse de las derrotas. Messi le hizo salir en la foto de su jugadón antes del tercer tanto en las semifinales, donde al central se le vieron un poco las costuras. Desde ahí saltó para, ante Marruecos, cabecear en plancha el 1-0 ante el vuelo inútil de Bono. La asistencia había sido de Perisic, también de cabeza, en una gran jugada a balón parado. También a pelota parada había empatado Marruecos, que entró algo frío con sus dos centrales titulares fuera y los que los sustituían, cogidos con alfileres. Uno de ellos, Dari, hizo el gol.

La revelación del Mundial, que se fue muy enfadad con el colegiado, no pudo ponerle un final perfecto a su cuento de hadas. La verdad es que no les hacía falta, porque ya habían cumplido de sobra con la historia llevando a África donde nunca había estado. Tuvo En-Nesyri el empate dos veces pero la última la mandó fuera y la anterior se la paró Livakovic, otro que en este Copa del Mundo se ha convertido en cisne.

Modric: “Quiero seguir hasta la Liga de Naciones”

Los jugadores de Marruecos terminaron el partido muy enfadados con el colegiado qatarí, al que reclamaban un posible penalti cuando en realidad les perdonó uno que Amrabat le hizo a Gvardiol. No se quedaron a ver la entrega de medallas a Croacia donde Modric disfrutaba: «Aunque mi sueño era ganar la Copa, estoy muy contento por mi trayectoria en Croacia. En el futuro vamos a ver qué pasa, por lo menos quiero seguir hasta la Liga de Naciones y luego veremos», decía Luka, que ante la pregunta de si era su último Mundial respondía en Gol Mundial: «Sí, puede ser, pero no puedo decir nada».