Los números de Luis Enrique con el PSG que tienen enamorados a los franceses

Luis Enrique ha conseguido que el entorno del París Saint Germain vuelva a ilusionarse con ese título de Liga de Campeones que se la ha resistido hasta ahora. El asturiano cumplió frente al Aston Villa su partido número cien en el banquillo parisino, donde suma 70 victorias, 19 empates y 11 derrotas en todas las competiciones. Unos números que le han permitido este curso ganar la Ligue 1 con mucha antelación y sin haber perdido, por el momento, ninguna vez. Los suyos son uno de los equipos más en forma del momento y en Europa se cuentan con los dedos de una mano los que juegan igual o mejor que este PSG, capaz de tener la paciencia suficiente para remontar el gol inicial del Aston Villa y terminar con un 3-1 que les deja con muy buenas opciones para el choque de vuelta.

La Francia futbolística se ha rendido al entrenador asturiano, que ya le ha dado su impronta a un PSG con menos estrellas que en temporadas anteriores, pero mucho más fiable y compacto. Los parisinos apabullaron al Aston Villa en posesión (68 por ciento a 32) y también en el apartado de pases completados (816 a 217). Unos números que dejan claro quién dominó el encuentro. Luis Enrique quiere que los suyos tengan la pelota y la muevan con paciencia hasta encontrar los huecos, que siempre suelen aparecer por las bandas, donde Doué y Kvaratskhelia dieron una exhibición. «El gol en el último minuto premia lo que hicimos los 90 anteriores. No es un alivio, no saldremos a especular. Si queremos pasar a semifinales tenemos que salir a ganar. Especular no existe en nuestro vocabulario», decía sobre su estilo y el partido de vuelta en Birmingham. «No sabemos jugar en bloque bajo, no lo trabajamos. Tendremos que hacerlo, porque el Aston Villa va a apretar, pero el objetivo será tener el balón y dominar. Somos un equipo que sabe dominar las transiciones, tenemos jugadores rápidos, ellos saldrán a atacar y tenemos que aprovecharlo», decía el técnico español que recordaba en Movistar que quizá no tendrá grandes estrellas, pero sí muy buenos futbolistas.