Familia única
Paco Gento, el “patriarca” de la leyenda
Tuvo dos hermanos futbolistas, Julio y Toñín, que estuvieron ligados al Real Madrid, como los Llorente, sus cuatro sobrinos
Sin proponérselo, Paco Gento fue el «patriarca» de una familia de deportistas que abarca hermanos, sobrinos y llega hasta los sobrinos nietos como Marcos Llorente. Y todos con pasado madridista.
Sus hermanos Julio y Antonio, Toñín, llegaron desde Santander para jugar en el Plus Ultra, nombre entonces del filial del Real Madrid. Ninguno de los dos tuvo una carrera comparable a la de Paco, aunque Toñín sí llegó a disputar una temporada con el primer equipo, pero sólo pudo jugar tres partidos. Los tres hermanos llegaron a disputar un partido juntos, un amistoso contra el Zúrich.
La saga creció por el lado de su única hermana, María Antonia, aunque lo hiciera con el apellido paterno, Llorente. Sus cuatro hijos, José Luis, Toñín, Paco y Julio jugaron en el Real Madrid. Los dos primeros en el equipo de baloncesto, aunque la carrera de Toñín en el primer equipo fue fugaz. Llegó mayor, con 38 años, después de una larga carrera en la élite y el Real Madrid fue su último club. La carrera de «Joe» como madridista fue más larga, dividida en dos etapas, aunque uno de sus mayores logros como profesional, la medalla de plata en los Juegos de Los Ángeles, lo consiguió después de una brillante temporada en el Cajamadrid.
Paco y Julio continuaron la tradición futbolera de la familia, aunque Paco tuvo que pasar antes por el Atlético de Madrid después de jugar en equipos modestos como el Urbis. Paco fue el único que continuó el camino iniciado por Gento como veloz extremo. Para el recuerdo queda aquel partido en Oporto de la Copa de Europa en la temporada 87/88 cuando después de dos jugadas espectaculares por la banda y llegando hasta la línea de fondo dio dos asistencias a Míchel para que el Real Madrid ganara aquel partido. Poco después de aquella exhibición le llegó la llamada del seleccionador, Miguel Muñoz, el mismo entrenador que había dirigido a Gento en sus dos últimas Copas de Europa. Sólo jugó un partido, contra Albania, en el que aportó un gol para el 5-0 final.
«Nosotros tenemos la pena de haber perdido un tío que nos trató siempre como un padre. Era muy niñero, le gustaban mucho los niños y nos trató de pequeños siempre con el máximo cariño», recordaba Toñín Llorente en Real Madrid Televisión. «Estamos tristes, aunque era una noticia que esperábamos desde hace semanas. Su ejemplo de humildad y de honradez nos guiará y será una ayuda para seguir adelante», añadía.
«Deja un legado difícil de repetir, seis Copas de Europa y doce Ligas y un comportamiento siempre ejemplar y acorde con los valores del Real Madrid. Era difícil entonces que un jugador llegara hasta los 38 años siendo titular en el Real Madrid porque la alimentación se cuidaba menos, había menos cuidados médico y los campos no eran los de ahora», recordaba Toñín.
Ahora la saga continúa con Marcos Llorente, el hijo de Paco, que salió del Madrid para jugar en el Atlético. Los hijos de José Luis, Sergio y Juan, también se han dedicado al baloncesto. Sergio sigue jugando, ahora en Bruselas.
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