RFEF
Rubiales, tras la silla de Villar
Dimite como presidente de la AFE para presentar su candidatura a la presidencia de la Federación. Cuenta, según él, con el apoyo mayoritario del fútbol español
Dimite como presidente de la AFE para presentar su candidatura a la presidencia de la Federación. Cuenta, según él, con el apoyo mayoritario del fútbol español.
Del sindicato a la Federación. Ése es el salto que Luis Rubiales, presidente de la AFE, se ha propuesto dar. Ha dimitido como «jefe» de los futbolistas –en su lugar se queda David Aganzo– para lanzarse al ruedo electoral, pese a que todavía el proceso no se ha puesto en marcha. Está convencido de que tiene el apoyo mayoritario y asegura que es un paso que da por «responsabilidad» y porque muchos se lo han pedido. «Sé lo que voy a hacer, sin precipitarme; pero hay cosas que no dependen de mí. Puede haber una dimisón (de Villar, que no va a dimitir y piensa defenderse en la Asamblea), o una moción de censura, o pueden intervenir medios jurídicos con el recurso del Consejo Superior de Deportes (CSD)...», aseguró Rubiales, ayer, en la sede de la Asociación de la Prensa de Madrid.
Desde 2010 llevaba al frente de los futbolistas, cargo que deja voluntariamente, aunque era compatible con el de ser presidente federativo. «Una cosa es lo que te permite la ley y otra lo que te permite el sentido común. Esta decisión es meditada y pensando que el fútbol español lo necesita. Me desvinculo de AFE para volcarme en lo que hemos comentado. Este es un acto de AFE donde presentamos a un nuevo presidente. No quería dejar dudas en el aire», dice Rubiales, mientras Aganzo, a su lado, asume su rol.
Mañana se cumplen los seis primeros meses desde la reelección de Ángel María Villar y ya se puede plantear la moción de censura. Rubiales tiene muy claros los pasos a seguir. Sabe que el TAD tiene que resolver sobre la validez de las votaciones que conformaron la Asamblea federativa. Y afirma con rotundidad: «No voy a permitir que se llame corruptos a las personas que votaron. Los futbolistas españoles votaron ante notario, de manera secreta, libre y pura, y eligieron a sus representantes. Al menos los que han confiado en AFE. Si se descubre algo que está mal hecho, que se repita, pero no se ha demostrado», defendió.
También se pronunció Rubiales sobre las exigencias para la moción de censura, que según la orden ministerial recurrida, que regula las elecciones federativas, necesita un tercio de la asamblea para su presentación y mayoría absoluta para su aprobación. «La reflexión, más allá de la situación jurídica, es: ¿Qué es justo, que sea elegido por mayoría o que pueda permanecer con un tercio de los apoyos? Hay una orden ministerial y una sentencia que deja una parte limitada. El CSD tenía un informe positivo y la ha recurrido. Vamos a ver cuál es la decisión».
Y todo indica que se volverá a la mayoría. Es decir, que con 71 votos de los 140 que componen la Asamblea (la mitad más uno) se podrá ganar la moción. Rubiales, que lleva meses recabando apoyos y que se ha recorrido España explicando su proyecto, está convencido de que tiene el respaldo suficiente para ser el sucesor de Villar, que sigue callado, trabajando en la sombra y recurriendo a la Justicia para que le repongan en su cargo –le han inhabilitado durante un año–, cosa complicada.
La decisión se la ha comunicado Rubiales a Juan Luis Larrea, presidente en funciones de la RFEF, y a Esther Gascón, secretaria general. Asegura que «hay que refundar muchas cosas, cambiar el rumbo y tendré mi propio sello. Conozco el fútbol español, el europeo, me encuentro con juventud y fuerza, suficiente experiencia y humildad para rodearme de gente que me pueda ayudar. No quiero criticar a nadie, pero la Federación exige 7 días a la semana, 24 horas al día y 365/6 días al año; mejor gestión profesionalizada y transparencia».
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