«Sabíamos cómo hacerlo»

Después de muchísimos años sin vivir algo similar, el Camp Nou añadió una remontada más a su historial. Una noche mágica que se vivió con una extraordinaria intensidad tanto dentro como fuera del campo. Los jugadores del Barcelona estaban muy felices después del choque, aunque con una euforia contenida, conscientes de que apenas han alcanzado los cuartos de final de la Liga de Campeones. Por delante queda aún lo más difícil. El camino hacia Wembley seguirá su curso tras el sorteo del viernes.

Pero en el vestuario azulgrana sí había un ligero sentimiento de reivindicación. «Algunos jugadores habían recibido críticas un poco desmesuradas, en mi opinión, y han vuelto a demostrar que son especiales. Han jugado con una intensidad y un compromiso muy grandes», resaltaba Jordi Roura, tan feliz como tranquilo. Con alguna sonrisa de más, el técnico está asumiendo su nuevo rol con una extraordinaria profesionalidad y ya lo ha demostrado en la derrota y en la victoria. Roura admira a sus jugadores: «Son muy competitivos, les duele mucho perder. Quizás es lo que más sorprende, este apetito voraz por ganar después de todo lo que han conseguido».

Entre Nueva York y Sant Joan Despí, se acabó apostando por Villa para jugar junto a Messi y Pedro. Un acierto que se anota el cuerpo técnico que dirige Tito Vilanova en su haber. «Sabíamos cómo hacerlo, cómo lograr nuestro objetivo. La gran diferencia es que hemos centrado más balones para evitar que los centrales salieran y taparan a nuestros interiores. También ha sido muy importante colocar a Villa por el centro, porque ha conseguido que los centrales no estuvieran cómodos en todo el partido. Además, sabíamos que si tenía una oportunidad había muchas posibilidades de que acertara y así ha sido».

Andrés Iniesta era uno de los más felices. «Ha sido una noche memorable. Me quedo con las sensaciones, con la presión y la circulación del balón, que son nuestras señas de identidad», resumió el manchego. Villa destacó la fe del equipo: «Desde que acabó el partido de ida, creímos en la remontada. Creyendo y con trabajo, se consiguen las cosas».

El Milan no tuvo respuesta ante la intensidad del Barça y Allegri rebajó el grado de tragedia «rossonera»: «Hemos jugado contra el equipo más grande del mundo y el mejor. La presión del Barça en la primera media hora ha sido extraordinaria y letal».