Tercera previa, ¿tercer pase?

Puede que veinte años no sean nada para los tangueros pero lo que es seguro es que, en el fútbol, una semana es algo parecido a una eternidad. Hace siete días, el Sevilla aterrizaba en Lituania acongojado ante la –remota pero cierta– posibilidad de que el modesto Zalgiris completase en la vuelta el milagro de haber perdido sólo por la mínima que obró en la ida. Dos goleadas después, el líder de la Liga –lo efímero de su condición no le quita un ápice de realidad– está Chequia deseoso de quitarse de encima la molesta formalidad de este playoff.

El Sigma Olomouc no ocupa ni un segundo en los pensamientos de un sevillismo revitalizado por los goles de André Silva, la fiabilidad que transmite el nombre de Maxime Gonalons, convocado con un solo entrenamiento a las órdenes de Machín, y la música celestial en que se ha convertido la fértil rumorología sobre fichajes, que evoca ahora un nombre tan rotundo como Julian Draxler, el internacional alemán del PSG. Con el obligado respeto que impone cualquier rival, resulta que Machín mira con descaro los dos duelos directos que vienen contra Villarreal y Betis, por lo que ha dejado en Sevilla al Mudo Vázquez, Kjaer y Mercado... y sentará esta tarde en el banquillo a varios titulares más.

Tiene razón el soriano, pues el Sigma no asustaría ni en plenitud de facultades, mucho menos en este momento de zozobra que atraviesa en su liga, con una sola victoria en seis jornadas e instalado en la zona de descenso. El club moravo ha confeccionado un plantel copado por futbolistas nacionales de segunda fila, y puede decirse que el magnífico fútbol checo (desde las finales mundialistas con Nejedly, 1934, y Masopust, 1962, hasta Nedved y Rosicki pasando por Panenka y Nehoda) viva precisamente sus días de gloria, más un solo extranjero, el mediapunta congoleño Budge Manzia. Incluso a los friquis del wyscout les costaría hallar un motivo para la preocupación en este plantel.

Sí tienen varios jugadores del plantel sevillista, por el contrario, motivos para tomarse en serio una eliminatoria en la que tal vez se dilucide el rol que desempeñarán a partir de septiembre. Así, los Arana y Gnagnon deberán justificar el desembolso realizado por ellos, Aleix Vidal tendrá que demostrar su compatibilidad con Navas, Nolito habrá de justificar su continuidad siquiera como elemento de relleno o Ben Yedder dirá, con sus goles y con su lenguaje corporal, si prefiere que se le busque una salida antes que pelear por el puesto que hoy no tiene. El partido empieza a las siete de la tarde, con arbitraje del escocés Bobby Maden.