Tributo a Totti en el Bernabéu

Nunca es fácil «jubilar» a los ídolos y en Roma llevan tiempo buscando la mejor transición posible para que Totti pase de capitán del equipo a mito eterno. A sus 39 años no está para ser titular en el equipo de Spalletti, pero él se enfada y pide minutos porque todavía siente que tiene fútbol para ayudar a los suyos.

En la que será su última vez en el Bernabéu, su técnico, poco amigo de los homenajes cuando hay algo en juego, aprovechó que la eliminatoria estaba resuelta para darle un cuarto de hora como despedida. Entró en el campo el gran Francesco y el público se puso en pie para aplaudir a un futbolista que se ha ganado el respeto por calidad y profesionalidad. « Me parece correcto que le hayan ovacionado, este estadio siempre ha sido capaz de reconocer a los campeones y la historia de un jugador. Se ha merecido Totti este aplauso por cómo se ha portado a lo largo de su carrera. El público del Bernabéu sabe a quién tiene que tributar. Felicidades a los dos, al público y a Totti», resumía Spalletti, ya un poco más relajado después de una entrada de lo más caliente en la sala de prensa de Chamartín.

No quería ni escuchar una palabra sobre el mérito de la Roma, teniendo varias ocasiones de gol. No le importaba el buen papel de los suyos, porque sólo valía el resultado y había sido tan malo como en la ida. «No hemos sabido hacer daño al Madrid. Un gol podría haber cambiado la psicología de la eliminatoria, que se hubiera dado la vuelta completamente. No me sirve todo lo demás», insistía el técnico.

Totti se llevó la ovación del Bernabéu y Sergio Ramos, la camiseta del «10», romanista, una elástica única, la de los últimos minutos de un genio en Chamartín.