Triplete para el Barça

El Barcelona entra en la historia al convertirse en el primer club que liga, por segunda vez, el trébol de grandes títulos tras vencer en el Olímpico de Berlín a la Juve la final de la Liga de Campeones. Marcaron Rakitic, Suárez y Neymar. Morata firmó el gol de la consolación.

Se cumplió el tópico y la final, como tantas otras, comenzó fea y no arrancó hasta que no quedaba más remedio, hasta que en la segunda parte se desataron las hostilidades y Messi tomó la palabra. Quizá suceda por el miedo a perder, con lo que cuesta llegar ahí, y seguro que influye también todo lo que hay en juego, la gloria que se alcanza si se consigue ganar; gloria triple en esta ocasión para el Barcelona, que culmina con el triunfo de ayer la temporada perfecta en un partido imperfecto. Liga, Copa y «Champions» en el mismo curso –el primero que lo consigue en dos ocasiones–, para que el Barça de Luis Enrique pueda mirar a los ojos al mito, al Barça de Guardiola, y aumente la hegemonía del conjunto azulgrana en este siglo. Cuatro finales ha disputado y todas las ha ganado, para sumar un total de cinco títulos en su historia. La de ayer, quitando la primera, la del gol de Koeman casi en el último instante de la prórroga, fue la más sufrida. La Juve demostró que sabe de qué va esto, que no eliminó al Madrid por casualidad y que en un partido en el que parece que no pasa nada, está en su salsa. Hicieron sufrir los italianos al Barça y le encerraron por momentos, justo en el instante en el que Messi apareció para que toda la tensión acabara. Leo, intermitente los 90 minutos, firmó la jugada de la noche en un contragolpe. Buffon despejó y Suárez aprovechó el rechace para marcar quizá el tanto más importante de su vida. Leo se quedó sin gol en su tercera final, pero dejó huella en el encuentro.

Aunque había sido Iniesta, uno de los hilos conductores entre el equipo que ganó la «Champions» de 2006 y la de ayer, quien hizo posible que los españoles se adelantaran casi nada más comenzar. Bueno, en realidad fue la labor de conjunto. Un gol de los de antes para que el equipo de ahora, más versátil y algo menos brillante, abriera el marcador; y dos tantos de los de ahora (a la contra), para coronar al grupo como antes. Tocó y tocó el Barcelona hasta llevar el balón a Messi, el faro, que cambió el juego desde la derecha a la entrada de Jordi Alba por la izquierda. ¿Cuántas veces ha podido repetir esa acción el «10» esta temporada? Incontables. Pero es tal la precisión del centro que, aunque sepas que puede ocurrir, ocurre. En el área, la secuencia de pases fue así: de Alba a Neymar, del brasileño a Iniesta, que entró por sorpresa; y de Andrés a Rakitic, para que anotara prácticamente a placer.

Entre los miles de partidos que se juegan antes de que empiece el de verdad, quizá el ideal era el que tenía por delante el Barcelona tras el 0-1. Había conseguido pronto lo que se presumía más difícil ante la defensa más segura, y todavía apretó un rato más y Alves se acercó al 0-2, evitado por Buffon con un paradón. Pero faltó consistencia. Por el miedo a desprotegerse, carecieron de profundidad los chicos de Luis Enrique y la Juve se fue serenando. Sus nervios iniciales los reflejó más que nadie Vidal, que confundió la intensidad con el atropello y acumulaba una falta tras otra. Morata fue el mejor de los italianos y le hizo pasar una noche complicada a todo un veterano como Mascherano. Apretaba la Juve arriba en los saques de puerta y se replegaba cuando el Barça salía de la presión. Ése era su doble plan: o robar arriba o la contra. Y también el balón parado. El partido se quedaba en un ni fu ni fa, a la espera de una genialidad del tridente, apagado como estaba Messi, bloqueado Suárez y voluntarioso Neymar.

Aceleró el Barça tras el descanso sin suerte, con varios remates fuera, y entonces llegó el momento de la Juve. Estaba ahí, aunque no se la viera mucho, y Morata empató. Un premio a su esfuerzo. Llegaron los mejores momentos de los italianos. El Barça estaba en su área, encerrado, sin poder salir, sin noticias de sus estrellas. Pasó un cuarto de hora y entonces Messi arrancó para que Suárez hiciera el 1-2. Antes hubo cierta polémica porque Pogba había pedido penalti de Alves. Después, todavía le tocó pasarlo mal hasta la sentencia, pero supo hacerlo. Este Barça del tridente y de Luis Enrique ya puede presumir, ni más ni menos, que de un triplete.

Iniesta, cuatro de cuatro y «MVP»

«No sé qué decir», aseguraba Iniesta, con la voz rota, emocionado. Él es el único jugador en la historia del Barcelona que ha jugado en cuatro finales de la Copa de Europa. Y todas las ha ganado. Messi y Xavi suman también cuatro títulos, pero en el primero, el de 2006, se quedaron fuera de la final por lesión. Aquel día Andrés salió en la segunda parte. En los otros tres, fue titular y siempre decisivo. También ayer, al asistir en el primer gol y al ser el más clarividente con el balón, cuando el partido no tenía ritmo. Por eso fue nombrado el mejor de un partido que acabó viendo con el gemelo vendado y sentado en una nevera. «No nos estamos dando cuenta de lo que se está consiguiendo», dijo el manchego.

- Ficha técnica:

1 - Juventus: Buffon; Lichsteiner, Bonucci, Barzagli, Evra (Coman, min.89); Pirlo, Pogba, Marchisio, Vidal (Pereyra, min.79); Tévez y Morata (Llorente, min.85).

2 - Barcelona: Ter Stegen; Alves, Piqué, Mascherano, Jordi Alba, Sergio Busquets, Rakitic (Mathieu, min.90+1), Iniesta (Xavi, min.68), Messi, Luis Suárez (Pedro, min.90+5) y Neymar.

Goles: 0-1: Rakitic, min.4. 1-1: Morata, min.55. 1-2: Luis Suárez, min.68. 1-3: Neymar, min.90+6.

Árbitro: Cüneyt Çakir (TUR). Mostró tarjeta amarilla a Vidal, (min.11), Pogba (min.41) y Luis Suárez (min.70).

Incidencias: Final de la Liga de Campeones 2014-15 disputada en el Estadio Olímpico de Berlín ante unos 75.000 espectadores.