Turquía
Violencia en el fútbol turco: de las palabras a las balas
La Federación de Fútbol Turca toma la decisión de suspender su Liga durante una semana tras el ataque contra el autobús del Fenerbahçe el sábado pasado.
La violencia marca de nuevo la agenda futbolística de Turquía, y tras el tiroteo contra el autobús del Fenerbahçe, a su regreso de un partido en el que ganó 1-5 contra el Rize este fin de semana, todos los partidos de la Superliga turca se aplazarán una semana. Así lo ha decidido la Federación de Fútbol Turca (TFF).
La decisión fue anunciada en una reunión del presidente del TFF, Yildirim Demirören, con el ministro de Juventud y Deportes, Akif Çagatay Kiliç, y otros destacados personajes del ámbito deportivo, informa la cadena CNNTürk.
La tragedia, ya de por si lamentable por las heridas de bala sufridas por el conductor, de las que se recupera en el hospital, pudo haber sido aún mayor si el vehículo no se hubiera parado en el último instante, evitando precipitarse por un viaducto de diez metros de profundidad.
"Éste ha sido un intento de asesinato contra el Fenerbahçe", asegura el club.
Tras una reunión el lunes, el equipo se niega a jugar hasta que todo quede aclarado y los responsables sean llevados ante la justicia.
"Dada la extrema sensibilidad de los días por los que atravesamos en Turquía, actuaremos de manera responsable. No culpamos a un equipo o a una región. Se trata de una acción terrorista grave", declaró el club.
Deniz Tolga Aktore, miembro de la Junta del Fenerbahçe, dijo en una rueda de prensa televisada que el club se esforzaría en no alimentar la "polarización social", especulando que "quizás pretendan llevar al país al caos antes de las elecciones (del 7 de junio)".
Una de las leyendas del equipo turco, el exjugador Ridvan Dilmen, reconvertido en entrenador y comentarista de televisión, subrayó la misma hipótesis en el canal NTV, aduciendo que el tiroteo contra el autobús del Fenerbahce no podía ser explicado por mera "tensión deportiva", y vaticinó que "de hecho, creo que este tipo de acontecimientos tendrán lugar hasta verano, hasta las elecciones".
Para el analista deportivo Adnan Bostancioglu, este ataque es un reflejo de la propia situación del país, que se encuentra en un estado de tensión intentando encontrar soluciones a sus problemas por la fuerza.
"Los administradores de los clubes y los medios de comunicación, imitando a los políticos, emplean un lenguaje violento los unos contra los otros. La prensa trata de vender más con este lenguaje. Imagínate, existe un periódico deportivo en este país con el nombre AMK (JoDT:Jódete). ¿Qué cabe esperar de esto, más que violencia?", se lamentó, en conversación con EFE.
El vicepresidente del principal partido de la oposición, el Partido Popular Republicano (CHP), Veli Agbaba, señaló que, en durante las mismas fechas que el tiroteo al equipo, se han dado otros casos de gran violencia en Turquía, como el secuestro y muerte del fiscal en el Palacio de Justicia de Estambul, y ambos ataques podrían ser más que una coincidencia.
Para el profesor de la Facultas de Ciencias Politicas de la Universidad Técnica de Oriente Medio, Tarik Sengul, la política en Turquía comenzó a convertirse en una guerra, y, como dicen los periodistas, la primera víctima de la guerra es la verdad.
"Hay una polarización extrema. Los grupos políticos se enfrentan unos a otros como lo harían bandos enemigos en una guerra. Cada partido dará su propia explicación del ataque al Fenerbahçe. Unos dirán que los opositores al Gobierno lo organizaron para desestabilizar al país con miras a las elecciones. Otros, que el Gobierno está detrás de estos ataques para aumentar la opresión sobre la oposición", dijo a Efe el profesor Sengul.
"Si el autobús no hubiera sido disparado o apedreado, no estaríamos ahora hablando de ello. Apedrear los autobuses de los jugadores estaba normalizado en este país. Se hizo comprensible, tolerable. Aumentando las multas no se pudo detener la violencia. Esto es una espiral: cuanto más toleremos los apedreamientos, más violentos se volverán los ataques", alertó Cem Dizdar, un analista deportivo puntero en el país.
En conversación telefónica con EFE, Dizdar añadió que era partidario de explicar el ataque al Fenerbaçe a través de teorías 'conspiranoicas'.
"Los 'fans' del Trabzonspor creen que perdieron el campeonato 2010-11 contra el Fenerbahçe con trampas. Desde entonces, todo el mundo está echando leña al fuego. Quizás lo hizo algún fan loco. Pero bajo las condiciones de extrema polarización del país, y sobre este incidente en concreto, no puedo excluir del todo las teorías de la conspiración", sentenció.
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