Entrevista
Hugo González: "En natación mañana me lesiono, ¿y qué pasa?"
Tras ser sexto en la final de 100 espalda de los Juegos de Tokio dudó si seguir nadando por las dificultades económicas. Afronta el Mundial de Doha buscando acercarse a sus mejores marcas, para en París superarse. Explica cómo es su preparación entre EE UU y España
“No te creas que no se me ha pasado por la cabeza la pregunta”, afirma Hugo González. La pregunta es: “¿Cómo mejorar después de tantos años nadando?”. “A veces he pensado, ¿joder, no sé qué hacer ahora? Pero siempre hay algo que mejorar, no existe la carrera perfecta. He visto numerosos récords del mundo, por ejemplo a Dressel en 100 mariposa con Milak al lado y los dos hacer llegadas larguísimas y yo pensar: 'Ahí tienes décimas'. Sé que es un récord del mundo, nadie lo había hecho nunca, pero esa misma persona lo podía haber bajado más. Entonces, si me pones al mejor que puede bajar tiempo en algo, pues el resto...”, se explica el nadador español. Y prosigue: “A veces no es sólo en la piscina, es: me podía haber concentrado más, podía haber alargado esta brazada, podía haber dormido media hora más... Siempre hay algo. Es la pelea de cada temporada, analizar qué has hecho mal y si lo haces bien, es una cosa menos que tienes que mejorar, y a buscar otra. Detalles, detalles. Yo personalmente lo que estoy intentando mejorar es fuera del agua, planificar la temporada, no tener dudas, saber exactamente dónde quiero estar... Realmente nunca lo había hecho, antes era: tal mes entreno aquí y ya está; pero ahora sí tengo planificado dónde quiero entrenar, si quiero subir a altura o no, cuántos entrenamientos quiero hacer, si voy a viajar. A nivel de planificación lo estoy haciendo mejor y espero que se note”.
"No quiero dejarme nada en el tintero en este año olímpico"
Hugo González es la gran opción de España de conseguir una medalla en natación en línea en el Mundial de Doha, este Mundial extraño en febrero en año olímpico y en una temporada especial para él porque es la primera en la que ya no compite en la NCAA, el poderoso campeonato universitario de Estados Unidos. Se licenció en Idiomas en Berkeley, California (estudió portugués principalmente) y ahora está en la UCAM haciendo informática, aunque dando prioridad al deporte. “No quiero dejarme nada en el tintero este año olímpico en el que yo creo que las cosas pueden salir bien”, asegura.
Los de París serán sus terceros Juegos (ya tiene plaza asegurada en 200 espalda y 200 libres; en el Mundial de Doha además participará en 100 espalda, 50 espalda [esta distancia no es olímpica] y algún relevo. Si se mete en las finales nadará desde el lunes 12 hasta el domingo 18, todos los días, muchos por la mañana y por la tarde): ya estuvo en Río, donde fue “a disfrutar”; y en Tokio, donde fue “a competir” y acabó sexto en la final de 100 espalda. En medio se proclamó campeón de Europa en 200 estilos en Budapest en 2021, y subcampeón en 100 espalda y bronce en 50 espalda. Precisamente después de esa final de Tokio dejó en el aire su futuro en la natación, pese a que es muy joven (ahí tenía 22 años, ahora cumplirá 25 después de Doha). "Espero que no sea mi última carrera en unos Juegos, ya que no sé qué ayudas tendré", dijo en la capital de Japón tras quedar fuera de la final de 200 estilos. Ahora describe por qué decidió continuar. “La mitad, por no decir más de la mitad, de mi ilusión era nadar rápido en la NCAA, porque yo sé que mi equipo había invertido mucho en mí, emocionalmente, económicamente con la beca completa, era un esfuerzo grande. Quería volver a la NCAA y demostrarles que podía nadar más rápido y darles más puntos de lo que les había dado esa temporada. Luego por suerte encontré algunos sponsors que estaban interesados en mí, y también quieres representarles de la manera que toca. Tuve un poco de suerte porque hasta ese año no tenía casi ninguno, estaba con Speedo, que es con quien compito siempre, y tenía el apoyo del club [el Canoe] y poco más, y las becas ADO, pero al final todo sumaba aproximadamente lo mismo que puede sumar un trabajo medio. Entonces, bueno, vale, económicamente estabas igual, pero un trabajo te da estabilidad y te da años y en la natación mañana me lesiono ¿y qué pasa?. Entonces era la duda. No estoy mal, eh, hay compañeros que están peor, por supuesto, pero era la duda”, describe.
Sigue entrenando en California como base principal a las órdenes de Dave Durden, genio de la natación estadounidense que dirige a los Osos Dorados (el equipo de la Universidad de Berkeley) y que fue el técnico jefe de la natación de su país en los pasado Juegos de Tokio. Varios de sus compañeros son campeones del mundo. “Pero este año estoy viajando más, ahora he estado dos semanas en altitud en Andorra con la selección y dos en Madrid antes de ir a Doha”, dice Hugo, que en la capital de España entrena en el Canoe, con Taja, su preparador desde 2017, con el que intenta mantener los métodos que tan bien le funcionan en Estados Unidos. “Le cuento más o menos la forma en la que estaba entrenando y hacemos algo que no se diferencia muchísimo. Tampoco vamos a cambiar el programa del club, pero intento hacer un volumen parecido de metros, la misma cantidad de entrenos de velocidad, y luego ya es el entrenador el que decide de una forma o de otra, pero intento mantener lo que es la secuencia básica”, desvela Hugo González.
Traer el método de EE UU a España
Porque el método allí es totalmente distinto al habitual de aquí. Así, por ejemplo, hace pesas antes de tirarse al agua en lugar de después y hace más entrenamientos buscando ritmos de prueba y velocidad, buscando más la calidad que la cantidad de metros. “Ahora somos más flexibles, no significa que entrenemos menos, pero somos más flexibles con la cantidad de metros y nos centramos más en qué tipo de trabajo estamos haciendo, a lo mejor cuántos metros de pierna estamos haciendo a la semana me parece más importante que la cantidad que estamos nadando, o realmente en cuántos entrenamientos metemos ritmos al máximo, porque al final en la competición vamos a tope, no vamos a ritmo de 5.000 metros”, continúa.
“Taja siempre ha estado abierto a escuchar y está saliendo bien: ganamos la Copa de España en diciembre y tenemos nadadores en muchos más tipos de pruebas; antes en Canoe nos faltaban bracistas, eran muchos crolistas, muchos de 400 metros para arriba, incluso los que entrenábamos para menos de 400 lo hacíamos igual que los de 400, y ahora es más específico. Aunque hagas 200 mariposa o 200 crol tiene que ser específico, porque yo puedo hacer 5.000 metros a crol, pero no puedo hacer 5.000 metros a mariposa”, prosigue antes de desgranar cómo es en California. “Usamos dos piscinas a la vez, no nos vale con una piscina de 50 metros de 10 calles, necesitamos otra, también es cierto que ahora han combinado los programas y el equipo de natación masculino y femenino entrenamos juntos. Lo que separan sobre todo es por distancias y por estilos, a lo mejor los espaldistas estamos los miércoles por la mañana en una piscina, y los bracistas en otra, y al día siguiente en vez de por estilos, por distancias, los de 200 metros aquí y los de 100 allí. Eso es un poco lo que quería traer. Me encantaría que en general los clubes de España o la natación española tuviera la experiencia de vivirlo y que decidiera si es buena opción o no, pero claro, es difícil, tener que viajar al otro lado del charco. Yo estoy muy satisfecho de poder traerlo al club, el entrenador está dispuesto a escuchar y hemos adoptado por ahora ese cambio y nos va bastante bien”.
"Voy a Doha a dar todo lo que tengo, si es marca personal, mejor. En los Juegos debería nadar más rápido que ahora"
El Mundial de Doha le servirá para ver el nivel en el que está. Es un paso intermedio para después seguir y llegar a tope a París. Al haber distancia entre las dos competiciones, no es un problema importante tener esos dos picos de forma. “Logísticamente sobra tiempo para hacer una puesta a punto al máximo, volver a cargar metros, volver a cargar entrenamiento y volver a bajar de nuevo para los Juegos. Empecé la temporada en septiembre, son cuatro o cinco meses de preparación y empiezas más lento porque vienes de vacaciones, buscas no lesionarte, no puedes empezar como voy a empezar en marzo. De marzo a julio tengo más tiempo para bajar marcas. Vamos a ir con todo lo que tengo ahora mismo a Doha, ojalá que sean marcas personales, porque sería muy buena noticia, y si nos quedamos cerca pues también. Es ilusionante intentar ir a tope, ver lo que podemos hacer y luego, salga como salga, si hemos podido preparar los tiempos que salgan en Doha en cuatro meses, mejorar en París con más preparación. No debería nadar más rápido ahora que en los Juegos”.
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