"Caso Rubiales"

Jorge Vilda: "He ganado un Mundial y no me merezco esto"

El exseleccionador asegura al juez que desconocía el protocolo antiacoso de la Federación y niega que fuese del círculo de confianza de Rubiales

Spain's head coach Jorge Vilda attends a press conference ahead of the Women's World Cup quarterfinal soccer match between Spain and Netherlands in Wellington, New Zealand.
Spain's head coach Jorge Vilda attends a press conference ahead of the Women's World Cup quarterfinal soccer match between Spain and Netherlands in Wellington, New Zealand.Alessandra TarantinoAgencia AP

Jorge Vilda ha asegurado al juez del "caso Rubiales" que habló con el hermano de Jenni Hermoso en el viaje de vuelta a España tras la final del campeonato del Mundo para intentar "bajar el suflé" tras la repercusión generada por el polémico beso de Luis Rubiales a Jenni Hermoso, pero ha negado que le presionara para que la futbolista respaldara que el beso fue consentido, según confirman fuentes jurídicas. "He ganado un Mundial y no creo que me merezca esto", ha insistido.

En su comparecencia en la Audiencia Nacional, el exseleccionador -imputado por las supuestas coacciones a la futbolista internacional- ha asegurado respecto a la actuación de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) tras lo sucedido que sabía que existía un protocolo antiacoso pero desconocía su contenido. "Yo solo era el seleccionador". Asimismo, ha negado que perteneciese al círculo de confianza de Rubiales y ha precisado que él ni siquiera se dio cuenta del beso durante la ceremonia de entrega de medallas pues se encontraba detrás de las jugadoras.

Según esas mismas fuentes, ha contado que conoce a Jenni desde los 16 años, así como a su familia, y por eso decidió hablar con su hermano Rafael cuando es consciente de la dimensión que está adquiriendo el asunto. Lo hizo, ha recalcado, "para ayudarla y asegurarse de que estaba bien". Con esa intención, le trasladó que "igual sería bueno que saliera a dar su versión de los hechos". Eso sí, ha negado que fuera por mediación de Rubiales.

Vilda ha explicado que notó que el ambiente que se vivió en el estadio y en el autobús, festivo y de celebración, era totalmente distinto en el avión de vuelta a España, cuando era "más tenso y enrarecido".

Además, también ha declarado como imputado ante el magistrado Francisco de Jorge el responsable de Marketing de la RFEF, Rubén Rivera, que se ha definido -según fuentes presentes en la declaración- como un "recadero" o "correveidile cualificado", que durante la concentración igual se encargaba de "comprar un bikini" para la amiga de Jenni Hermoso que "ropa de verano" que le pidieron las jugadoras o de gestionar "entradas de discotecas". Al igual que Vilda, ha dejado claro que Rubiales "no le dio ninguna instrucción". Según ha recalcado, trabajaba "22 horas al día" y por razón de su cargo en la RFEF se encargaba de múltiples gestiones.

En contra de lo que aseguraron Alexia Putellas, Irene Paredes y Misa Rodríguez al instructor, Rivera ha manifestado que el viaje a Ibiza tras conseguir el campeonato del mundo en Australia "estaba programado mucho antes" y no se improvisó a raíz de lo sucedido. Las internacionales, no obstante, dijeron que no sabían nada y que no había nada pactado más allá de las primas por el título.

WhatsApps de apoyo de las jugadoras

Según ha contado, solo habló con Jenni Hermoso en dos ocasiones durante la estancia en Ibiza: para ofrecerle cargar su teléfono porque "estaba recibiendo muchas llamadas" -entre otros, el responsable de Integridad quería hablar con ella- y con la amiga de la futbolista por la tarde. Rivera se ha referido a numerosos WhatsApps que le mandaron las jugadoras felicitándole por su gestiones en el viaje a Ibiza y con mensajes de ánimo como "eres el mejor". Unos mensajes que ya ha puesto a disposición del juez.

El pasado día 2, Alexia Putellas, Irene Paredes y Misa Rodríguez avalaron la versión de su compañera Jenni Hermoso respecto a las presiones que padeció para que dulcificara su versión sobre el beso en la boca de Rubiales y avalara las palabras del entonces presidente de la RFEF de que fue consentido.

Las internacionales españolas aseguraron al magistrado Francisco de Jorge que Rubiales -imputado por agresión sexual y coacciones- le pidió "por sus hijas" a Hermoso que accediese a grabar un vídeo junto a él respaldando su interpretación de lo sucedido en la ceremonia de entrega de medallas del Mundial de Sídney (Australia) el pasado 20 de agosto.

Como hizo la jugadora del Pachuca mexicano, las futbolistas de la selección señalaron no solo a Vilda, sino también al responsable de Marketing de la RFEF, Rubén Rivera -que también ha comparecido ante el instructor- por intentar convencer a Hermoso de que ratificase las palabras de Rubiales.

Luis de la Fuente, testigo

El hermano de la futbolista, Rafael Hermoso, también achacó a Vilda por esas supuestas presiones. El próximo lunes acudirá a la Audiencia Nacional, igualmente como imputado, el director de la selección masculina, Albert Luque, que deberá defenderse -al igual que Vilda y Rivera- de las imputaciones de coacciones por haber cerrado filas con Rubiales para intentar convencer a Jenni Hermoso.

El próximo día 20 quien acudirá a declarar, en su caso como testigo, será el seleccionador nacional Luis de la Fuente. Una semana después, el 27 de octubre, De Jorge escuchará las versiones del director y subdirector de Comunicación de la Federación Española de fútbol, del psicólogo de la selección femenina, del exdirector de gabinete de Luis Rubiales y del responsable de Compliance de la RFEF.

La declaración de Hermoso, sin embargo, tendrá que esperar, pues su defensa comunicó al juez que la futbolista internacional no podrá acudir a España antes del 26 de noviembre, cuando concluye el Torneo Clausura de la Liga MX femenina en México. La alternativa para escuchar antes su versión, la videoconferencia, parece por ahora descartada dado que la tramitación de la comisión rogatoria a las autoridades mexicanas se demoraría demasiado.