Mundial de Balonmano
«La ilusión nos mantiene vivas»
Las «guerreras» afrontan el Europeo con ambición a pesar de las bajas
Bronce olímpico en Londres, plata en el Europeo de 2008 y terceras en el Mundial de 2011. Con este currículum parece inevitable pensar que las chicas de Jorge Dueñas alcazarán el éxito en el Europeo que arranca hoy en Serbia, pero lo cierto es que, como asegura su líder, Macarena Aguilar, «la Selección no se encuentra en su mejor momento». Sin apenas vacaciones, después de un verano marcado por los Juegos y con varios cambios en el equipo que tocó el Olimpo, pero «con la ilusión que supone estar en una cita como ésta», apunta Aguilar, «eso no nos lo quita nadie».
La Selección femenina de balonmano ha conseguido formar un bloque sólido y con talento capaz de superar a casi cualquier rival que se le ponga por delante. En el camino estará Alemania -a quien ya derrotó en la semifinal del Europeo de 2008-, Croacia -contra quien perdió en la primera fase olímpica- y Hungría. Tres huesos duros de la competición a los que habrá que ganar para acceder a la segunda fase. «Llevamos quince días concentradas preparando a conciencia este torneo; saldremos a muerte», afirma la central española, que ahora juega en el Randers danés.
La crisis económica tampoco perdona al mundo del balonmano y muchas jugadoras han decidido salir a buscar fuera la gloria y los contratos que aquí no se les han brindado. De las 16 elegidas que el seleccionador se ha llevado a Serbia, sólo cuatro continúan jugando en nuestro país: «Las circunstancias nos han empujado a trabajar para equipos europeos, pero ahora volvemos a juntarnos todas para disfrutar con la camiseta de España de este deporte».
La baja de última hora de Nely Carla, uno de los pilares del equipo, y el «adiós» definitivo de Andrea Barnó y de la portera Mihaela Ciobanu han obligado a Dueñas a cambiar sus planes y a preparar un esquema diferente al que permitió subir al podio en Londres. Sin embargo, «las guerreras» españolas aseguran que su espíritu sigue siendo el mismo porque «todavía tienen hambre de victoria».
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