Fútbol
La Liga pasa por el Bernabéu
Alavés, Atlético, Barcelona, Valencia y Sevilla son los rivales que le quedan al Real Madrid en casa. Todo apunta a que el campeonato se va a decidir en esos choques entre los favoritos. El líder cuenta con el factor local.
Está la Liga española para hacer predicciones porque los de arriba se están comportando más irregulares que nunca. Frente a la solidez de otros años da la impresión de que pueden despistarse en el día más inesperado. Pero si se echa una mirada a las diez jornadas que aún quedan por jugar (once en el caso del Madrid por el partido aplazado del Celta) está bastante claro que lo que suceda en los partidos que tienen que disputarse en el Bernabéu va a marcar el destino del campeonato. El sábado, el Real Madrid pasó el que puede ser su peor trago fuera de casa: ganó en San Mamés con un trabajo muy profesional. Gracias a esa peleada victoria descansa como líder, con un partido menos y después vuelve con dos encuentros que, en teoría, no tendrían que darle problemas: el Alavés, que está haciendo una buena temporada, tiene que visitar el Santiago Bernabéu y después, el conjunto de Zidane va a Leganés, para enfrentarse a un rival en problemas. Y desde entonces es un no parar para el líder de la Liga.
Fuerte en casa
En el Bernabéu se juega todo el Madrid. Recibe al Atlético, al Barcelona, al Valencia y al Sevilla. Al segundo, al tercero, al cuarto y a un rival que siempre le pone en problemas. Hay que ganar a todos dicen los futbolistas y el Madrid lo va a tener que demostrar. Hasta ahora, como local, el equipo de Zidane ha jugado 14 partidos, ha ganado 11, ha empatado 3 y no ha perdido ninguno. Con 36 goles a favor y 14 en contra, ha conseguido que los rivales tengan la sensación de que por mucho que se esfuercen en el Bernabéu, antes o después, entre el empuje del equipo y de la grada, el Madrid te va a acabar ganando. Ha sucedido varias veces esta temporada: equipos que han jugado bien, que han retado al líder, pero que son incapaces de aguantar el empuje final. En el Bernabéu el Madrid muestra la fe de un vestuario que se cree capaz de remontar cualquier resultado adverso y el apoyo de la grada, muy crítica cuando el partido se pone mal o no ve intensidad en los futbolistas, pero que hace volar si observa una mínima posibilidad. La unión del equipo y de los socios la va a poner a prueba esta serie de encuentros con los que finalizará una Liga que hasta ahora no ha dejado de dar sorpresas.
Primero el derbi
Fue en el Vicente Calderón donde el Real Madrid protagonizó uno de sus mejores encuentros esta campaña. En un día que se presumía muy complicado, Isco dio una lección maestra de cómo se domina un partido y Ronaldo de cómo se remata. Por primera vez en mucho tiempo, el Madrid dejaba noqueado a un rival que tanto le ha hecho sufrir en estos tiempos. El Atlético que va a visitar el Bernabéu el sábado 8 de abril no es el mismo que ese día. Más fuerte y más convencido de su fútbol, va a ser un choque clave porque si el Madrid gana, el futuro se aclara casi de manera definitiva. Es un duelo con trampa: la siguiente semana se juegan los cuartos de la Champions, una competición que se ha puesto muy apetecible para los de Simeone. Ahí tienen muchas más opciones que en Liga. El Madrid se mide con el Bayern y sabe que no puede reservar nada. Las rotaciones han estado bien durante el invierno y con las lesiones de futbolistas principales. Pero ya no hay choque que no sea fundamental. No vale ni un despiste y tampoco hay ya minutos para todos.
Todo contra el Barça
Es el partido que va a decidir el campeonato. El primero contra el segundo. El Madrid se muestra más solvente que con juego, pero el Barcelona es un equipo imprevisible. Hace cosas increíbles y después sufre derrotas que nadie pensaba. Es un grupo irregular, que no termina de encontrar un patrón de juego fiable. Cuando se dice que un partido entre los dos grandes nunca es un encuentro más, pocas veces lo cumple como esta temporada. Después faltarán cinco jornadas de Liga: muy poco tiempo para rectificar o recuperar el tiempo perdido. En la primera vuelta empataron a uno gracias a un gol de Ramos en el último segundo.
Valencia y Sevilla
Fue en Valencia y Sevilla donde el Madrid dejó escapar la ventaja que tenía. En Valencia, fueron ocho minutos lo que le penalizaron demasiado, mientras que en Sevilla, al conjunto de Zidane se le escapó un partido que tenía ganado por un tanto en propia meta y por falta de intensidad en una de las últimas jugadas del partido. Habrá que ver cómo se comportan estos dos equipos en el Santiago Bernabéu.
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