Copa del Rey
Llorente, a urgencias tras la final
En los primeros compases de la final de la Copa del Rey, un fuerte encontronazo entre Marcos Llorente y Mascherano tuvo el encuentro varios minutos parado. El jugador del Barça fue el peor parado, pues una camilla acabó evacuándole del terreno de juego. Llorente, en cambio pudo proseguir el encuentro, con una venda cubriéndole la cabeza durante la primera parte y acabó el partido aparentemente sin problemas. Pero fuentes del Deportivo Alavés contaron después que al entrar en el vestuario se encontraba un poco mareado y decidieron trasladarlo a urgencias por precaución. “Está consciente y no le pasa nada, ha sido solo por precaución”, comentaban desde el equipo”.
Fue el único jugador del Alavés que abandonó antes de tiempo y sin subirse al autobús del equipo el Vicente Calderón. Lo hizo también sin pasar por la zona mixta, donde un desfile de rostros tristes cubrían el ánimo de los jugadores del equipo vitoriano tras su derrota. Manu García, el capitán fue el primero en dejar alto y claro que “me siento ganador, estamos orgullosos de ser del Alavés”.
Ese fue el sentimiento que todos los jugadores quisieron ensalzar al abandonar el Calderón. También Ibai Gómez, “pero es complicado, porque aunque te sientas ganador, hemos llegado hasta aquí y queríamos el título. No ha podido ser aunque está claro que en la grada hemos ganado”, decía refiriéndose a la entrega de la hinchada albiazul. No es la primera vez que Ibai juega, y también pierde, una final de Copa frente al Barça en este mismo Vicente Calderón, pero con la zamarra del Athletic, pero el vizcaíno no es supersticioso: “Quiero jugar todas las finales que sean porque algún día lo conseguiremos seguro”.
Ibai se resignaba al decir que “otra vez ha marcado diferencias el de siempre”, afirmaba refiriéndose a Messi. “Hace sencillo lo que no lo es. Le felicito porque es incomparable”. No se olvidó de lanzar un mensaje a la afición alavesista: “Son increíbles, lo hemos dicho toda la temporada. Hoy lo han hecho una vez más y hay que agradecerles de corazón, porque ellos también forman parte de esto”.
Porque “aun perdiendo nos seguían apoyando”, afirmó Edgar Mendez, una de las sorpresas en el once titular de Pellegrino. “Sabíamos que era complicado pero siempre duele perder y más la copa, que le habíamos puesto mucha ilusión. Los dos goles seguidos que nos hicieron nos mataron”, decía el canario.
Coincidía con él Fernando Pacheco. El portero del Alavés señalaba que “el gol del empate nos ha ayudado mucho pero la pena de ese final de la primera parte, que los goles han sido muy seguidos y nos han hecho mucho daño. En el descanso hemos hablado de que era importante hacer un gol para meternos en el partido pero no ha podido ser”. El guardameta no ocultaba que “teníamos mucha ilusión por levantar este título pero estamos orgullosos de lo que hemos hecho”.
De ese orgullo nace el sentimiento alavesista y también las palabras de su capitán, Manu García, que opina que después de esta temporada de ensueño del Glorioso, recién ascendido, noveno en la Liga y finalista de Copa “se han sentado las bases de este equipo”. Coincidía con él Ibai Gómez: Esa estabilidad que buscamos al principio de temporada la hemos encontrado y ahora hay que dar un paso al frente y seguir creciendo. Vamos a trabajar para ello”.
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