Amarcord

Maradona le ganó la primera batalla a Pelé

El futuro astro argentino le arrebató a O Rei la plusmarca mundial de precocidad en el debut con una selección nacional absoluta hace 46 años

Pelé besa a Maradona en un mural en la Avenida Paulista de Sao Paulo
Pelé besa a Maradona en un mural en la Avenida Paulista de Sao PauloSebastiao MoreiraAgencia EFE

César Luis Menotti, cuyo prestigio siempre tuvo más que ver con el marketing que con el fútbol, sabía que debía precipitar el debut en la selección de ese genio bajito que llevaba ya unos meses rompiéndola con Argentinos Juniors. Pelé, lo más grande que se había visto jamás en un campo de fútbol, había celebrado su primera internacionalidad con Brasil con 16 años y 257 días. A Diego Armando Maradona, que ni siquiera estaba asentado como titular en su equipo en el arranque del Campeonato Metropolitano de 1977, le faltaban pocos meses para alcanzar esa edad y el Flaco no quiso dejar pasar la ocasión de batirle una plusmarca a O Rei.

Porque en los anales quedó, sí, que Maradona disputó un partido como internacional absoluto en aquel amistoso contra Hungría disputado en La Bombonera del barrio de La Boca y que, con 16 años y 130 días, batía la plusmarca de precocidad de Pelé –Samuel Etoo y Martin Odegaard lo han superado después–, pero lo cierto es que fue un debut fugaz porque el Pelusa jugó media hora y no volvió a catar la albiceleste hasta veintiséis meses y diecinueve partidos después, cuando Argentina ya había sido campeona del mundo gracias a los goles de Kempes y a la rotunda diplomacia de Videla, dos matadores unidos en pos de la misma causa.

En aquel verano austral de 1977, Argentina ya preparaba el Mundial que la coronó año y pico después con una larga serie de amistosos. Hungría visitaba La Bombonera en el quinto de los veinte partidos programados hasta el debut mundialista, 2 de junio en el Monumental de Núñez contra… Hungría (el sorteo aún no se había realizado). Nada más empezar la segunda parte, la albiceleste marcaba el 5-0 mediante Leopoldo «Pulpo» Luque, bigoleador aquel día en el que Daniel «Terrible» Bertoni hizo un triplete, y fue sustituido en el minuto 62 por Diego Armando Maradona. Lucía el dorsal 19 y lo primero que hizo como jugador de la selección absoluta fue sacar de centro, pues Sandor Zombori acababa de salvar el honor magiar al batir a Hugo «Loco» Gatti.

Apenas hay imágenes disponibles de aquel partido y Maradona, aunque desde niño era una celebridad de la que se esperaba mucho, había disputado sólo 11 partidos de Primera –con dos goles en su haber–. El debut precoz fue recibido, o sea, como una extravagancia más de Menotti, entusiasta alimentador de su propia leyenda que esparció, años después, el edulcorado relato de su instrucción al futuro crack: «Haga lo que sabe», contó el entrenador que le dijo antes de saltar al césped sin que nadie lo haya corroborado. Las crónicas de la época sí reseñan un «gran pase» a René Houseman que el portero húngaro evitó que se convirtiese en su primera asistencia internacional.

La carrera de Maradona en la selección absoluta argentina se interrumpió dos años por exclusiva decisión del mismo Menotti que se atribuye su paternidad futbolística, pese a que lo dejó sin convocar para el Mundial y lo degradó al combinado juvenil que se proclamó campeón del mundo de la categoría en Japón. Más de dos años después y ya consagrado como máximo goleador de los torneos nacionales, en abril de 1979, el muchacho de Villa Fiorito disputó ante Bulgaria su segundo partido internacional, primero de titular y con el 10 a la espalda.

La carrera de Maradona con Argentina no se puede resumir en un párrafo ni en unas cuantas cifras. Entre otras cosas, porque las estadísticas envejecen mal ahora que los partidos internacionales se multiplican: jugó 90 partidos en los que marcó 34 goles, nunca ganó la Copa América e hizo magia en México 86. Fue subcampeón en Italia 90 y se retiró, lo retiraron, tras dar positivo después del segundo partido de la fase de grupos de Estados Unidos 94.