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MotoGP
Rossi busca con Bagnaia un final distinto en Valencia
Valentino está en Cheste para ver ganar a Pecco el mundial de MotoGP en el lugar donde él perdió dos títulos. Quartararo solo piensa en la victoria y buscar el milagro
Marc Márquez ve normal que Bagnaia esté bastante nervioso ante la posibilidad de ganar su primer título de MotoGP y Quartararo, el hombre que le puede quitar esa corona, lo celebra. «Cuanto más preguntas se haga es mejor para mí», decía el francés, que imagina que Pecco está pasando por la misma situación que él vivió hace un año. «Te haces mil preguntas y cuanto más se acerca el domingo más preguntas te haces. Lo malo que tengo es que estoy a 23 puntos y lo bueno es que no tengo nada que pensar, solo tengo en mente una cosa, que es ganar la carrera», reflexionaba el de Yamaha, que está en la posición del que no siente presión porque lo tiene todo perdido. En el otro lado se sitúa Bagnaia, porque después de remontar más de cien puntos ahora no puede evitar pensar en esa opción de que se le escape el sueño de las manos.
Pecco lleva este fin de semana sobre sus hombros el peso de la historia. Es es el elegido para suceder a Rossi en el cuadro de honor italiano de MotoGP y puede ser el primero desde Agostini en ganar el título sobre una moto italiana. Los dos mitos están en Valencia, por si a Bagnaia le hiciese falta algo más para temblar. En realidad Valentino ha llegado a Cheste para echarle una mano, como una especie de «coach» de lujo. Algo que Pecco agradece, porque tiene mucha fe en el maestro de casi todos los pilotos del país. «Él ya sabe lo que se siente en esta situación y me puede dar buenos consejos», explica Bagnaia, que saldrá desde el octavo lugar de la parrilla y ha reconocido que siente nervios, sobre todo cuando se baja de la moto. Solo necesita ser el decimocuarto, pero hasta que no vea la bandera a cuadros siempre tendrá la incertidumbre. Valentino está con él y querrá cambiar ese desenlace que siempre le volvió la cara en el trazado valenciano.
En Cheste perdió Rossi dos títulos mundiales. Uno en 2006 ante Hayden, cuando llegaba con ventaja, aunque no tanta como la que ahora tiene su pupilo; y otro en aquel 2015 polémico en el que tuvo que salir último por sanción y acusó a los españoles de «biscotto» favoreciendo a Jorge Lorenzo, que se hizo con su tercer Mundial aquel día. Es un lugar que no le encanta precisamente a «Il dottore», aunque ahora puede cogerle un poco más de cariño si es Bagnaia el que se corona. Quartararo sale cuarto y convencido de que puede ganar y después que pase lo que pase. La «pole» la tiene Jorge Martín y segundo sale Márquez, convencido de arriesgar más que en otras carreras y asumir una caída en busca del podio.
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