La Tavullia de Márquez

En el año 2010 eran 300 los seguidores oficiales de un chico de Cervera que apuntaba a campeón del mundo de Moto3 aquella temporada. Hoy, su tío Ramón, presidente del club de fans, ha dejado su trabajo para dedicarse plenamente a las actividades de una asociación que tiene 1.700 socios, que van desde los vecinos del pueblo hasta admiradores en Indonesia y Australia. Ramón hasta ahora contestaba emails durante la tarde-noche al volver del trabajo, pero a partir de ahora tendrá plena dedicación como exige un cuatro veces campeón del mundo. “Nos reunimos con el club de fans de Valentino y nos dieron unas cuantas ideas que no podíamos olvidar”, cuenta el hermano de Julià, el padre de los hermanos Márquez. Ayer se presentó por todo lo alto la nueva imagen del club, con el eslogan “I am 93” (Soy 93) y una tienda oficial a la altura del impacto mediático del bicampeón más joven de la historia de MotoGP. Marc ya tiene su Tavullia, es decir, un lugar de peregrinación para sus seguidores y de punto de encuentro para todos los que quieran visitar la cuna del campeón. En la tienda, donde antes hubo un comercio de electrodomésticos, se pueden comprar todos sus productos de mercadotecnia y unos metros más hacia el centro se encuentra el museo con sus motos, monos, cascos y trofeos. El recorrido empieza por la pequeña mini Yamaha con la que dio sus primeros acelerones a los cuatro años y acaba, de momento, con una Honda RCV que ha utilizado el último curso.

Marc cortó la cinta que inauguraba oficialmente la nueva tienda y mostró a los visitantes el museo y la sede de sus seguidores más cercanos. Ellos son incondicionales y así espera que suceda con todos los moteros que lo han apoyado siempre y que seguro respetarán “las decisiones que tome en su vida privada”. Ayer recuperó la sonrisa que perdió por un momento en la previa del dirt track de Barcelona, cuando aseguró emocionado que seguirá pagando impuestos en España. “Lo dije en su momento, me cuesta hablar de mi vida privada y se me vino un poco el mundo encima en esa situación porque no me había pasado nunca. Se dijo de todo sin escuchar al protagonista. Ya expliqué el plan que tenía, que mi intención es de momento estar aquí y tener allí (Andorra) el plan de entrenamiento físico, que me va muy bien. Ya lo hacía antes pero en un hotel y ahora lo haré en una casa y, nada, veremos a ver qué pasa en un futuro. Fue una semana durilla, pero de todo se aprende”, decía, sorprendido de la repercusión que tuvo la noticia. “No sé qué pasó. Yo tenía pensado decirlo, pero es que aún no estaba cerrado del todo, y hasta que no estás seguro del todo no lo puedes decir. He visto la importancia que tengo, algo de lo que no me doy cuenta. Creía que era menos importante, entre comillas, porque no me esperaba ese boom”.