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Nadal arrolla a de De Miñaur y llega a octavos de Australia

Pese a la comodidad del resultado (6-1, 6-2 y 6-4), el mismo que en su duelo precedente en Wimbledon, fue un partido de largos intercambios. Berdych, próximo rival del manacorense.

Nadal golpea la bola en el enfrentamiento ante Alex de Minaur en el Open de Australia / AP
Nadal golpea la bola en el enfrentamiento ante Alex de Minaur en el Open de Australia / APlarazon

Hasta el tercer juego del segundo set no ganó un servicio fácil Álex de Miñaur, el australiano de origen español, el pupilo de Hewitt, ante Rafa Nadal. Ya sabía que si quería derrotar al actual número dos del mundo le esperaba una tortura. Pese a sus esfuerzos, empezó a saber que, de momento, no puede vencer al zurdo de Manacor. El joven «aussie», 20 años, es un jugador fantástico, pero las armas que tiene son insuficientes para imponerse a un tenista que sigue creciendo en el Abierto de Australia. Nadal comenzó el año con unas pequeñas molestias en el muslo izquierdo y llegó a Melbourne sin haber disputado ni un partido oficial desde septiembre. Duelos como éste de tercera ronda le ayudan a coger ritmo, y ya va lanzado. Quedan pocas dudas de que está en forma, física y tenística, y el checo Berdych será el próximo en desafiarlo.

Entró rápido De Miñaur en el cuerpo a cuerpo. Largos intercambios, juego desde el fondo a ver quién era capaz de resistir más y desbordar al rival. No suele ser un plan eficaz contra el español, pero el tenista australiano tiene fuerza y energía... No la suficiente. Ni tampoco un saque para hacer daño a Rafa. Cada servicio era una tortura y aunque en el primero, que duró diez minutos, salvó cuatro pelotas de «break», ya no sumaría más en el set inicial. El nuevo saque de Nadal sí funciona. Tuvo dudas al comienzo del encuentro con tres dobles faltas, pero después se entonó. Es un poco más rápido que el anterior, así que permite a Rafa servir y masacrar con la derecha. Su «drive» está afinado, síntoma de que está con confianza.Y su revés, del que se quejó, por ponerse un pero, en la segunda ronda, también le funcionó en los eternos peloteos con De Miñaur.

Fue un partido de mucha actividad del Ojo de Halcón, el VAR del tenis, aunque en este caso son los tenistas los que lo pueden pedirlo. Lo hizo Nadal en una pelota que cantaron fuera y que suponía un «break» de De Miñaur para ponerse 2-1. La bola era buena, y Nadal salió disparado hacia el 6-1 en ese primer parcial.

El guión fue similar en el segundo set. El primer juego duró 15 minutos, y terminó con una ruptura de Nadal, que rápidamente se marchó en el marcador. El partido era el mismo: más facilidad de Nadal para ganar sus servicios, puntos largos y el español superior, pese al ímpetu de su oponente, que no dejó de pelear y de sacar el puño en sus buenos momentos y que trató de ser más agresivo con la derecha, sobre todo la paralela. Esta vez el marcador fue de 6-2.

Se repitió el resultado de su duelo precedente, en el pasado Wimbledon: 6-1, 6-2 y 6-4, en un tercer set más relajado de Rafa y en un duelo perfecto para el español: ritmo, buenos saques, grandes derechas, afinando el revés, algún golpe en carrera de los que levantan al público y a pensar en Berdych después de superar a tres australianos en las tres primeras rondas.

En otros resultados de la jornada, Roberto Bautista volvió a demostrar su gran momento de forma con un triunfo de prestigio ante el prometedor ruso Khachanov, décimo favorito del torneo. Sólo necesitó tres sets: 6-4, 7-5 y 6-4. También avanza Roger Federer, verdugo de Fritz (6-2, 7-5 y 6-2), que ahora se medirá a otro de los jóvenes de futuro que ya son presente: el griego Tsitsipas.