Entrevista

Paola Amilibia: «Siempre que vendo un caballo, lloro al verlo irse»

Es la única mujer que ha sido campeona de España de Salto de Obstáculos en más de 60 años de celebración de este campeonato

Paola Amilibia, en pleno salto con uno de sus caballos
Paola Amilibia, en pleno salto con uno de sus caballosLa Razón

Como casi todos los grandes de este deporte, Paola Amilibia (Barcelona, 1986) se inició en el mundo de la equitación siendo una niña, y empezando con los ponis. Qué completo es nuestro deporte, lo puede practicar un niño de cinco años o un anciano, se puede tomar como hobby o como modo de vida, y ahora que tanto se quiere hablar de igualdad, para igualdad la de la equitación, donde amazonas y jinetes se miden en la misma prueba. Paola es la única mujer que ha sido campeona de España de Salto de Obstáculos en más de 60 años de este campeonato.

¿Cómo y cuándo empezaste a montar?

A los once años, en un campamento de tenis veraniego. Una tarde nos llevaron a dar un paseo en poni y simplemente me enamoré del animal, concluyendo que yo quería que formaran parte sí o sí de mi vida.

¿Crees que los niños deben empezar a montar en poni?

Sin lugar a dudas, sí. El poni va en consonancia con el tamaño y fuerza del niño si se hace bien. Así el jinete incipiente aprende a montar correctamente y a adquirir una postura idónea desde que es pequeño.

De tu infancia, ¿qué caballo te marcó más? ¿Cuál consideras que es el caballo de tu vida?

De pequeña, «Juanito» me marcó y enseñó mucho. Era un caballo Pura Raza Español. Realmente no era bueno en nada, pero yo lo adoraba. Después tuve un poni D, de los que son casi caballos de altura, llamado «Maurice», con el que empecé a saltar ya en serio hasta introducirme en el circuito internacional de ponis años después. El caballo de mi vida, sin duda, «Cabri D’Elle». Gracias a él pude destacar en este deporte al más alto nivel y era un animal de excepcional en todos los sentidos. Fui muy afortunada de que se cruzara en mi vida y haber tenido la oportunidad de montar un caballo así.

Y fuera de tu cuadra, ¿cuál sería tu caballo favorito de todos los tiempos y de la actualidad?

«Hickstead» siempre fue el caballo de mis sueños, el caballo perfecto. Falleció de un infarto al acabar un recorrido. Toda la comunidad ecuestre se apenó mucho por aquel hecho. Ahora, del circuito hípico internacional de salto, mi favorita es «DSP Chakaria».

Y si hablamos de jinetes, ¿cuál es tu favorito?

Mi marido, Federico Fernández. Otro jinete al que admiro y que veo siempre que puedo es John Whitaker, el genio inglés, nunca me pierdo un recorrido suyo si coincidimos en un concurso.

¿Cómo pasó la hípica de ser tu hobbie a tu profesión?

Con veinte años me fui a vivir a Bélgica con un par de caballos propios, muchas ganas y mucha ilusión. Estuve trabajando en diversas cuadras montando y haciendo todo lo relacionado con el mundo del caballo. Iba haciendo compra-venta con mis caballos y, mientras, montando todo tipo de equinos, lo que me ayudó mucho a mejorar mi equitación. Eventualmente decidí montar para mí solamente montar caballos propios y vender de vez en cuando alguno. El tema de la venta se hace necesario para mantener el negocio, pero es la parte que menos me gusta. Siempre que vendo un caballo, aunque sea una buena operación, sigo llorando al verlo irse. El binomio que generas con ellos es lo más maravilloso de este deporte y me sigue costando muchísimo verlos partir.

Paola Amilibia Puig, amazona
Paola Amilibia Puig, amazonaLa Razón

¿Qué manías tienes en la cuadra?

Con el tema del equipo (ropa mía y equipación del caballo), cuando me siento cómoda con algo me cuesta mucho cambiarlo hasta que se cae a pedazos. Me puedes ver con unas botas que lleven agujeros o unas espuelas cuyas gomas se vayan cayendo, pero si voy cómoda, me cuesta mucho cambiar.

Según tus resultados, esperabas participar en los Juegos Olímpicos de Río 2016. ¿Por qué no fuiste convocada?

La Real Federación Hípica Española y sus dirigentes pusieron unas condiciones para optar a ser elegibles para Río 2016 y luego no las cumplieron. No todos teníamos las mismas condiciones de juego.

A los aficionados españoles nos da nostalgia verte ahora competir bajo los colores mexicanos.

Competir por España siempre fue mi máximo orgullo y por lo que luché muchos años, dando todo lo que podía. Se cruzó la línea con un tema muy delicado y no me quedó más remedio que abandonar el barco por mi salud física y mental. Es muy difícil competir a ese nivel amenazada y sin el apoyo de tu federación. México me abrió las puertas, permitiéndome correr bajo su bandera. Les estoy muy agradecida. Mi marido es mexicano y considero su tierra mi segunda patria.

¿Te volveremos a ver competir por España?

No te sé responder a día de hoy a esa pregunta.

¿Cómo te organizas para competir tanto en Europa como en América?

Normalmente suelo estar de abril a septiembre en Europa con base en Bélgica y de octubre a marzo en México. De esta manera siempre sigo el buen clima. Los caballos vuelan de Ciudad de México a París en contenedores dentro de un avión y, aunque logística y aduanalmente es un tema complejo, llegan en perfectas condiciones. Los preparamos con suplementos para que no se deshidraten durante el vuelo y alguien del equipo siempre viaja con ellos.

¿Utilizas algún tipo de terapia equina?, ¿Cómo es tu día a día con ellos?

Trato de que mis caballos tengan cubiertas todas las necesidades que tiene un atleta. Cuentan con fisioterapeutas, veterinarios, nutricionistas, etc… También utilizo bastante una manta electroestimuladora de masajes que considero que les va muy bien. Le doy mucha importancia a la parte mental, por lo que procuro que estén relajados y felices. Procuro que estén sueltos en el prado el mayor tiempo posible, ya que considero que ese es para ellos el estado de relajación y paz, algo así como la “meditación equina”.

¿Cómo planificas tu temporada de competición?, ¿Cuál es tu estrategia para organizarte?

Mi estrategia es hacia “atrás”. Pongo un objetivo, retrocedo y trazo un planning para llegar hasta él. La estrategia depende de cada caballo, siempre es individualizada. Creo que es muy importante tener un objetivo siempre realista, pero lo realmente importante es disfrutar del proceso siendo muy disciplinada y constante con éste.

¿En qué momento deportivo te encuentras?

Siento que estoy en un momento de «impass». «Gaudí», con el que gané el Campeonato de España Absoluto, ya está mayor. Tengo dos caballos de diez años que están empezando a saltar pruebas importantes, y mi objetivo es que ellos lo releven pronto. Ojalá que México califique para los Juegos Olímpicos de París 2024 y que mis caballos y yo estemos listos si se cuenta con nosotros. De momento estamos en la formación final de estos nuevos caballos.

¿Te ves en París 2024?

Es una ilusión que en el momento actual de la cuadra se ve lejano, pero tenemos todo un año para tratar de lograrlo.