Golf

Rahm y Woods, dos "tigres"juntos en Augusta

Jon Rahm
Jon Rahmlarazon

Hace no tanto, en 2015, cuando Jon Rahm sólo era una promesa, aunque no una cualquier, pues era el número uno amateur, decía: «Quiero ser un Seve, un Tiger... El mejor». Y contra Tiger, tres años después, en un escenario como la Ryder Cup, logró una de las victorias que más recuerda. Ya desde antes la promesa se había hecho realidad. Y justo con Tiger al lado hará los 18 hoyos en los dos primeros días del Masters de Augusta, el primer «major» del año en el que el chico nacido en Barrica (Vizcaya) buscará lo máximo en su tercera participación.

El año pasado ya fue cuarto, con opciones de título hasta el último momento. «Es un campo en el que se puede fallar, no pegarle perfecto y ganar», analiza el español, en palabras a Efe. «Lo que mucha gente no sabrá del año pasado es que pegué cuatro bolas al agua, y el año anterior también bastantes. No faltan bolas mías en los lagos de Augusta», añade. Cuando le pasaban cosas así, históricamente explotaba. «Odio perder», ha clamado Rahm desde que era un niño. Y quizá por eso ha llegado donde está. Pero también por eso, o por lo que se derivaba de eso (perdía los papeles, se volvía loco, se portaba de forma inadecuada) ha tenido que pedir perdón y dar las gracias a quienes siguieron viendo en él al golfista que ahora es. Famosa es la historia, por ejemplo, en la que casi le echan del US Open amateur porque se llevó el ordenador para ver un partido de fútbol del Athletic, correspondiente a la Supercopa de España. La pasión sigue y es imprescindible, pero más enfocada puede llevar a un resultado todavía mejor, porque talento le sobra.Si Rahm lucha para que el fuego que lleva dentro esté bajo control, Tiger Woods pelea para que renazca. Así ha sido durante los últimos años. Después de ser considerado el mejor o uno de los mejores golfistas de la historia y de haber caído al infierno, ha conseguido recuperar un nivel alto y una mentalidad de hierro. «Siento que puedo ganar y he demostrado que puedo hacerlo. He trabajado por volver a ser uno de los jugadores que ganan torneos», explicaba en Augusta. El curso pasado ya rozó el Abierto Británico, y estando así los rivales no dudan en señalarlo como uno de los favoritos, aunque el último «major» que conquistara fuera en EE UU, en 2008. «Después de ganar mi decimocuarto “major”, sentí que todavía tenía muchos más que levantar, pero desafortunadamente no lo hice. Espero lograrlo este año», explica el estadounidense. Su registro de 14 es el segundo más elevado de siempre, sólo superado por los 18 de Jack Nicklaus. A los 43 años, Tiger tiene tiempo, lo que pasa es que venía como una locomotora hasta que las lesiones y los problemas personales lo frenaron. «El Masters está en mi radar desde octubre o noviembre», anunció en el mes de febrero. En 1997 se convirtió ahí en el ganador más joven de uno de los cuatro grandes torneos, con 21 años. Repetiría en 2001, 2002 y 2005.A la edad de Jon Rahm (24), Woods ya tenía cinco «majors», y al menos uno de cada, pues en 1999 y 2000 venció en el PGA y en 2000 también ganó el Abierto de EE UU y el Abierto Británico. Por eso el español quiere «ser» como él. También participan Sergio García, Cabrera Bello y Olazabal. Pero la atención los dos primeros días, en los que se espera lluvia, se centrará en Rahm y Woods. Donde esté la muchedumbre, allí estarán ellos.