Reconocimiento al «Titán»

Gustavo Ayón es un caso ejemplar de adaptación a un equipo grande. El pívot mexicano, el Jugador Más Valioso (MVP) del torneo, llegó la temporada pasada al Real Madrid, aunque estuvo muy cerca de recalar en el Palau. El Barça tenía sus derechos después de debutar en España con el Fuenlabrada y emigrar a la NBA, pero... en el Barcelona no les convenció su estado físico. Los problemas en el hombro y el empecinamiento de Pablo Laso en su contratación acabaron con el «Titán» vestido de blanco. Los primeros meses no fueron fáciles. Sin estar a tope físicamente, Laso supo esperar, fue paciente. No le metió prisa y el que es ahora acompañante inseparable de Felipe Reyes le estará eternamente agradecido. «Primero que nada, agradecer a mis compañeros y a Pablo por la oportunidad. Esto es gracias al equipo. Ahora me tocó a mí y en otra ocasión le tocará a otro. Eso es lo importante, necesitar a todos los jugadores para ganar y aquí tenemos grandes jugadores con ganas de triunfar», fue su primera reflexión en pleno éxtasis en el vestuario con la compañía de Florentino Pérez.

Ayón, el «Titán de Nayarit», sabía que llegaba al Real Madrid como un jugador de complemento y así lo confesó en LA RAZÓN: «Sé que aquí las estrellas son Rudy, Felipe, los Sergios... Yo vengo aquí a hacer mi trabajo». Asumió su rol encantado, cedió el protagonismo a otros y con el paso de los partidos se ha convertido en una de las piezas angulares del grupo. En una campaña especialmente complicada por la ausencia de pretemporada y por las lesiones que han asolado a media plantilla, Ayón se ha convertido en el faro interior del Real Madrid. Sus exhibiciones en la Euroliga han permitido al Madrid afrontar la segunda fase del «Top 16» con las posibilidades intactas para alcanzar el cruce de cuartos de final.

En la Copa, Ayón ha ratificado la solidez de su temporada. Su consistencia se ha traducido en 13,7 puntos, 6,3 rebotes y más de un 60 por ciento de acierto en el tiro. Laso está enamorado de su pívot: «A Gustavo le vi hace años en Fuenlabrada y ya pensé que este tío iba a ser un ‘‘crack’’. Su crecimiento ha sido increíble. Vuelve a España, le cuesta recuperar sensaciones tras su paso por la NBA, pero a partir de ahí su crecimiento en el equipo ha sido constante y su integración, excelente. Todos lo valoramos mucho y él también lo hace. Me alegra mucho su MVP, pero dudo si él ha sido el mejor o todo el equipo».