Tour
La reinvención del Movistar
Con la retirada de Enric Mas, al conjunto telefónico le toca cambiar el rumbo y luchar por triunfos de etapa. "Tenemos libertad total para hacerlo lo mejor posible, todos lo tenemos que intentar", se conjuran
Cuando Enric Mas se pasa a saludar, o más bien a despedir a su equipo Movistar al hotel El Coto de Vitoria antes de comenzar la segunda etapa del Tour, Patxi Vila, jefe de rendimiento del conjunto telefónico, ya tiene la nueva hoja de ruta preparada. En la reunión previa al inicio de la jornada, al abrigo del autobús que hace de búnker, Vila mira a cada uno de sus siete corredores que le quedan en pie y les recuerda "que cuando una puerta se cierra, se abre una ventana y que cada día es una nueva oportunidad". Les quedan 19, las mismas que etapas. Un recálculo total.
A Patxi Vila, optimista por naturaleza, le gusta mirar la parte positiva y se dice, les recuerda a sus ciclistas que "como en la vida, cuanto antes perdones y antes olvides, antes te repones. Eso les he dicho. Que el pasado no se puede cambiar, lo que está en nuestras manos es el futuro" y ahora al equipo Movistar le toca pelear por otros objetivos, que pasan por levantar los brazos. "Ya que nos ha pasado al principio, pues tenemos que pensar que tenemos más oportunidades para centrarnos en esa tarea. Antes teníamos dos objetivos, que eran la general y las etapas. Ahora sólo tenemos uno así que debemos ir con más fuerzas a por él".
El técnico guipuzcoano ha dado carta blanca a todos. Lo confirma Gorka Izagirre, la clase y la seriedad hecha ciclista: "Tenemos todos libertad total para hacerlo lo mejor posible y todos vamos a intentarlo". A excepción de Antonio Pedrero, "que estará reservado para las etapas de montaña, el resto tienen todos un perfil muy parecido que es lo que buscamos al traer a estos hombres", explica. Alex Aranburu, Matteo Jorgenson, Mühlberger o Nelson Oliveira. Todos son perfectamente aptos "para meterse en una fuga con opciones de rematar aunque somos conscientes de los monstruos que tenemos alrededor".
De eso se ha preocupado Patxi Vila de convencerles. De que todos son capaces de lograrlo. "Tenemos una gran ocasión para conseguirlo", refrenda, pleno de motivación.
Para el que flaquee con la fe, el preparador no ha tardado en recordarles: "Pienso en Gino Mader, que eso sí que es un problema y lo nuestro no deja de ser trabajo y deporte. Hay que relativizar", subraya. "Debemos utilizar ese extra de motivación que la vida nos ha dado con este golpe para conseguir un buen resultado y empezar a salvar nuestro Tour. Cuanto antes mejor".
Y en el horizonte, la Vuelta a España. La fractura de escápula de Enric Mas no ha precisado cirugía, lo que significa que sus plazos de recuperación serán más rápidos. Sólo que el hueso suelde. Que vuelva su sitio. "No debería haber problema para que esté en la Vuelta a España", confían en el equipo. Y se conjuran, a la vez, pensando en que la historia se repita como el año pasado, "que no haya mal que por bien no venga y que este Tour que ha empezado peor incluso de lo que acabó el del año pasado haga que la Vuelta sea un poco mejor -Enric fue segundo en la general-. Eso sería excepcional".
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