Caso Alves

Sale a la luz la última declaración de Dani Alves: "Ella tenía ganas..."

Dani Alves declaró el pasado 17 de abril por cuarta vez ante la Jueza. Reconoció las relaciones sexuales pero subrayó que el deseo fue mutuo

Nuevos mesajes del entorno de la víctima de Dani Alves
La defensa de Dani Alves trata de demostrar el consentimiento de la víctimaArchivoLa razon

La jueza del caso aún no ha tomado una decisión sobre la puesta en libertad de Dani Alves tras su última declaración voluntaria. Pero mientras, la magistrada estudia las grabaciones y argumentos de la defensa del futbolista se conocen nuevos datos del relato de brasileño.

Ahora la Cadena SER ha accedido a la transcripción de su última versión, la cuarta, en la que aseguró haber propuesto a la víctima intimar en el baño y obtener un sí por respuesta. El futbolista llegó a decir que, mientras mantenían relaciones, la víctima consintió dos veces: "Le pregunté dos veces si le estaba gustando y me dijo que sí". La versión de la víctima, y de la mayoría de testigos, difiere de la del futbolista.

El 30 de diciembre de 2022, Dani Alves acudió a una cena de trabajo en Barcelona. "Era una cena de reencuentro con amigos después del mundial", contó a la jueza el pasado 17 de abril. Tras la comida, Alves fue a la discoteca Sutton con su amigo Bruno. Llegaron a las 2:45 horas y fueron custodiados hasta la mesa 6, llamada "Mesa Moët". "Nos pusieron allí por el simple hecho de que esta mesa tiene un baño", relató el brasileño, añadiendo que de ese modo evitaban problemas yendo a los lavabos del público general.

Según la declaración del futbolista, el camarero quiso presentarle a él y a su amigo a dos chicas. Ellos accedieron y las jóvenes se sentaron en su mesa. "Enseguida nos pusieron incómodos porque quisieron sacar el teléfono para sacar fotos y no queríamos ninguna foto", explicó el futbolista.

Desde la mesa, Alves hizo un gesto al camarero. Las chicas se fueron y el camarero trajo a tres más. Una de ellas, de 23 años, era la víctima que le acabaría denunciando poco después por agresión sexual. "Esas chicas vinieron a nuestro reservado pero nosotros no insistimos, ni el camarero a ellas", dijo Alves, en contra de lo que habían declarado la denunciante y sus amigas.

El futbolista sintió "atracción sexual" por su baile

En el reservado, según su declaración, Alves empezó a bailar con una de las jóvenes con quien sentía "atracción sexual". "Noté su buena disposición por la manera como bailaba, como se acercaba a mí, como intercambiábamos posiciones", añadió el futbolista. Alves dijo que temía que les vieran intimando ya que estaban "expuestos".

"Le dije de trasladar todo eso al baño. Me dijo que sí, que no había problema. Le dije que yo iba primero y que la esperaría dentro", declaró en su cuarta versión. En su primera declaración empezó diciendo que no conocía a la víctima; explicó que la joven se había abalanzado sobre él por sorpresa mientras hacía sus necesidades, y acabó aceptando que practicaron sexo.

"Fuí complice de sus ganas"

La versión de Alves sobre lo que sucede dentro del baño es lo opuesto a lo que ha mantenido desde el primer momento la víctima, un relato (el de ella) avalado además por los indicios recogidos por la policía científica. La joven asegura que Alves la encerró en el baño y la penetró tras tirarla al suelo y obligarla con violencia a practicarle una felación.

Según el futbolista, fue todo lo contrario: dentro del baño se pusieron frente a frente y se besaron. Después, tuvieron relaciones sexuales. Alves aseguró que, mientras ella le practicaba sexo oral, le preguntó dos veces si le gustaba y ella asintió. Tras la relación, él salió del baño y le dijo que ella debía esperar para que no les vieran juntos. Algo, que según el futbolista, pudo hacer enfadar a la víctima.

Al salir del baño, la joven dijo a sus amigas que debían irse y rompió a llorar. Las cámaras grabaron al futbolista pasando a su lado sin mediar palabra. Según Alves, no la vio. "Si la hubiese visto en la salida, la hubiese parado para preguntarle qué le había pasado porque hasta entonces todo estaba bien, dentro de lo que queríamos. Yo fui simplemente un cómplice de las ganas que ella tenía o de las que tenía yo", aseguró Alves a la instructora.