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Grecia se queda sin fútbol

El Gobierno suspende la Liga tras los incidentes de la última jornada. La decisión está motivada por la irrupción del presidente del PAOK, con una pistola, en el terreno de juego en el partido frente al AEK

Cuando el árbitro decidió anular el tanto del PAOK por fuera de juego, el presidente Savvidis entró en el terreno de juego, pistola al cinto, y la montó
Cuando el árbitro decidió anular el tanto del PAOK por fuera de juego, el presidente Savvidis entró en el terreno de juego, pistola al cinto, y la montólarazon

El Gobierno suspende la Liga tras los incidentes de la última jornada. La decisión está motivada por la irrupción del presidente del PAOK, con una pistola, en el terreno de juego en el partido frente al AEK.

Grecia no consigue detener el tema de la violencia y su fútbol siempre está en el ojo del huracán. Unas veces por el comportamiento irreductible de las hinchadas –las peleas son frecuentes entre los aficionados de los clubes, incluidos los grandes– otras, por la intromisión de los presidentes, que tratan de manejar el campeonato desde los despachos, y el colmo, la irrupción en el terreno de juego del presidente del PAOK, pistola al cinto, para protestar una decisión arbitral. La situación es muy grave y el Gobierno no se ha cruzado de brazos. Al revés, la decisión ha sido drástica. Y no es otra que suspender la Liga por tiempo indefinido como respuesta a lo ocurrido en el campo del PAOK de Salónica el pasado domingo en el partido frente al AEK, que entrena el español Manolo Jiménez.

Así lo anunció el ministro de Deportes griego, Yorgos Vassiliadis, tras reunirse con el primer ministro, Alexis Tsipras. El ministro explicó que comenzarán a realizar consultas con todos los implicados y que la Liga no se reanudará hasta que lleguen a un acuerdo. Complicado será poner en sintonía al Olimpiacos, AEK, Panathinaikos, PAOK, Atromitos y Panionios, los equipos punteros de un campeonato que comanda el mencionado AEK, testigo involuntario de los desmanes del presidente del PAOK, Ivan Savvidis, que saltó al césped armado con una pistola. La invasión del terreno de juego del estadio Tumba ocurrió justo después de que el árbitro Kominis anulara por fuera de juego un gol del PAOK en el tiempo añadido. Resultado sobre el que la Federación debe decidir porque el árbitro, que fue amenazado por el propietario del PAOK, dio validez al gol, después de concluido el partido y tras largas horas de deliberación –se supo que vieron imágenes de la jugada–, como reconoció Manolo Jiménez, técnico del AEK, actual líder y con todos los pronunciamientos para proclamarse campeón a falta de cinco jornadas y a expensas de lo que decida la Federación con el resultado.

El hecho de que Savvidis, un magnate industrial ruso de origen griego, irrumpiera armado en el campo de juego, ha desencadenado una ola de indignación no sólo en el mundo del deporte sino en todo el país. Por eso, la policía griega ha emitido una orden de detención contra él y otras cuatro personas –sus guardaespaldas– que invadieron el campo de juego junto a él.

«El Gobierno ha luchado durante los últimos tres años para el saneamiento del fútbol griego. Conseguimos cosas, pero hay muchas más por hacer. No permitiremos que se vuelva a la situación anterior, incluso si eso supone un coste político para el Gobierno», afirmó Vassialiadis, que añadió que están en contacto permanente con la UEFA y que intentará evitar que los equipos griegos queden excluidos de las competiciones europeas. La UEFA se reúne el próximo día 22 para tratar el tema de la violencia.