Tenis

Nadal vence de nuevo a Medvedev tras un épico segundo set y disputará la final de Acapulco

Era la repetición de la final del Open de Australia. El español arrasó al principio y resistió después, salvando once pelotas de break, para el 6-3 y 6-3 definitivo. Ahora le espera el británico Norrie

Nadal celebra uno de los puntos que ganó ante Medvedev
Nadal celebra uno de los puntos que ganó ante MedvedevDAVID GUZMAN GONZALEZAgencia EFE

El Rafa Nadal de 2022, el que empezó con dudas por el parón del final del curso pasado y por la lesión del pie, sigue como un ciclón: nadie ha podido ganarle, 14 partidos seguidos con triunfo y camino de levantar su tercer torneo. Tampoco Medvedev pudo a la segunda, en las semifinales de Acapaulco, en un partido que empezó así así para él y que dejó un segundo set memorable. Ganó 6-3 y 6-3 el balear, pero ese segundo parcial, pese al marcador aparentemente cómodo, duró más de una hora y Rafa logró levantar hasta once pelotas de rotura con una exhibición de dejadas y voleas. Tremendo.

Las dificultades tenían que llegar para Rafa Nadal, que estaba teniendo una noche muy plácida ante Daniil Medvedev en lo que era la repetición de la espectacular final del Open de Australia, el duelo que coronó al español como el tenista con más Grand Slams de la historia. Pero en nada se estaba pareciendo el ruso al de aquella jornada, pese a que es el nuevo número uno del mundo. Todavía no oficial, eso será el lunes, pero es un logro porque desde 2003 ningún tenista que no se llamara Djokovic, Nadal, Federer o Murray ha comandado el ranking. El caso es que Medvedev no afrontaba la semifinal con la mentalidad necesaria ante Rafa y lo pagaba. Un primer set muy malo, repleto de errores, con dobles faltas... Desconocido el tenista nacido en Moscú, quizá con la mente puesta en lo que está sucediendo con su país y Ucrania, en la guerra de verdad: “El tenis no es lo más importante”, había dicho en la previa.

En el comienzo del segundo set continuó la historia y sufrió un nuevo break. Nadal estaba imperial con su derecha paralela. Impecable. Y llegó el lío en el cuarto juego del segundo set. Las primeras pelotas de break para Daniil. Hasta cuatro de forma consecutivas, salvadas una detrás de otra con un recital. La primera, con saque abierto y derecha invertida. La segunda, con saque directo a la otra zona de la pista. La tercera con un intercambio largo que terminó en la red y la cuarta con un derechón a contrapié. A la primera oportunidad que tuvo, puso el 3-1 Rafa. Pero el ruso había llegado al partido definitivamente.

Quería el público más tenis e iba combinando los gritos de “Rafa, Rafa” con los de “Daniil, Daniil”.

Sólo había sido un aperitivo de lo que estaba por venir en el siguiente turno de saque del balear, en el que los dos jugadores llevaron el tenis a un nivel sideral. Esta vez no fueron cuatro, fueron ¡siete! las oportunidades de rotura que tuvo el ruso. No se puede apretar más que Daniil y no se puede resistir mejor que Nadal. El recital de dejadas, a cual mejor, de uno y otro; las voleas de Nadal para salvar las pelotas comprometidas, los intercambios largos, la sorpresa haciendo lo que nadie espera, la mentalidad de hierro, el puño al aire del español con cada situación superada y su rival que no entendía nada, pero seguía... El zurdo sobrevivió, pero lo hizo siendo valiente y jugando un tenis espectacular. A mayor exigencia, mayor rendimiento. Puso el 4-2 tras un juego de 24 puntos.

Los dos acabaron cansados. Fue un monumento a este deporte. Poco después el ruso se cambió hasta de calcetines y zapatillas por el calor y la humedad. Nadal lo había hecho al acabar el primer set: ropa nueva de arriba a abajo.

Ganar ese sexto juego fue prácticamente ganar el duelo y Nadal lo sabía. El español ya no sufrió más y al resto, tras recuperar un 40-0, levantó las manos después de que Medevedev tirara fuera un revés. Disputará su tercera final del curso. Ya ganó las de Melbourne y el Open de Australia. El británico Cameron Norrie, verdugo de Tsitsipas (6-4 y 6-4) le espera en la de México.