Tenis
Cuando la opinión de los tenistas no cuenta: se quejan del calendario, pero lo que tiende es a crecer
Alejandro Davidovich se une a las quejas de Alcaraz por un calendario tenístico que tiene difícil solución
Carlos Alcaraz se hizo ayer martes por la mañana las pruebas médicas en la zona del abductor derecho que se dañó en el Barcelona Open Banc Sabadell para saber el alcance de sus problemas. Por la tarde presentó su documental. Los resultados físicos llegarán hoy miércoles, cuando hablará ante los medios en la Caja Mágica.
Apenas han pasado un par de días desde la derrota con Holguer Rune en el Conde de Godó y ya tiene que estar preparado para la siguiente cita, el Mutua Madrid Open, donde todavía están desembalando algunos asientos de la zona VIP, por la que ahora pasan los jugadores y las jugadoras más importantes para contar sus impresiones, mientras las pelotas ya empiezan a sonar en la fase previa y en la primera ronda del cuadro femenino (Cristina Bucsa se quedó fuera y Jessica Bouzas se metió en segunda ronda al ganar a Sherif, 6-3 y 6-1).
El tenis no para y los jugadores se quejan. «Los Masters 1.000 deberían ser de una semana [lo empezaron a ser algunos en 2023, y cada son más] porque para nosotros es muy fatigoso el estar dos semanas fuera de casa. Después te vas al otro torneo, y si lo vas haciendo bien, pasas un mes fuera por dos torneos. Es un poco calvario», aseguró Alejandro Davidovich, uniéndose a la protesta que ya había hecho Alcaraz, o el año pasado Rublev, el defensor del título en la Caja Mágica, o Tsitsipas.
Tal y como está estructurado ahora el calendario es casi imposible ser selectivo. En chicos, Montecarlo, Barcelona, Madrid y Roma se juegan en seis semanas consecutivas. Los dos primeros no son obligatorios, pero entonces la temporada de tierra quedaría en casi nada. «Si todos los jugadores dijesen “no jugamos este torneo’’, yo creo que haríamos un complot, y lo que quiere la ATP o la ITF es que nosotros estemos», propone el malagueño, que también se sincera: «No sabría qué torneo quitar».
«Desde dentro, se da todavía más valor a lo que conseguía Nadal, todas las semanas, todos los torneos», dijo Alcaraz. Incluso cuando los Masters 1.000 duraban una semana, el balear «solo» una vez consiguió ganar Montecarlo, Madrid y Roma de forma consecutiva (en 2010), y después Roland Garros, pero fue una temporada en la que no participó en el Conde de Godó. Si se miran los números generales, es una locura: en Roma (10), Montecarlo (11), Barcelona (12) y París (14) llegó a las dos cifras.
Alcaraz, de momento, todos los partidos posibles
Ahora, con las dos semanas en este tipo de citas y la sobrecarga, Alcaraz, aunque su carrera todavía acaba de empezar, solo había participado una vez en Montecarlo (este año ha sido la segunda, y ganó) y únicamente lo ha hecho una vez en Roma (2023). Si le va bien en Madrid, llegaría a la capital italiana con 16 encuentros sobre arcilla, todos los posibles. Solo entre Roma y Roland Garros sí hay una semana de parón, que tampoco es real del todo porque los tenistas llegan a París el miércoles o jueves para aclimatarse. Los jugadores no ven con buenos ojos estos cambios, pero sus protestas tampoco van a ningún lado. Pasa algo similar en el fútbol, con las protestas de entrenadores y futbolistas por la acumulación de encuentro. El negocio no se detiene, al revés: ya están buscando acomodo a un Masters 1.000 en Arabia Saudí para 2028.