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Prueba de nivel

Tras barrer a Zverev, Nadal se mide hoy en los cuartos de Brisbane con Raonic. Verdasco desafía a Djokovic en las semifinales de Doha

El tenista español Rafael Nadal devuelve una bola al alemán Mischa Zverev
El tenista español Rafael Nadal devuelve una bola al alemán Mischa Zverevlarazon

Tras barrer a Zverev, Nadal se mide hoy en los cuartos de Brisbane con Raonic. Verdasco desafía a Djokovic en las semifinales de Doha

Los tenistas actuales y los analistas lo tienen claro: hoy en día, jugar con saque y volea como única alternativa es un suicidio. Antes, las raquetas eran de madera y la preparación física de los jugadores no es la de ahora. Las pelotas volvían a una velocidad menor y por eso era posible ir a la red directamente tras el servicio. Pocos quedan que sigan practicando ese bonito arte como norma. Lo hace a veces Feliciano López o Radek Stepanek y lo hace más frecuentemente Karlovic, siempre apoyados en su gran saque. Lo intentó hacer Mischa Zverev contra Rafa Nadal en los octavos de Brisbane, y el resultado fue nefasto para él: 6-1 y 6-1 en apenas 54 minutos. El español se fue más allá de los 30 golpes ganadores y hasta perdió la cuenta de las veces que logró hacer un «passing» a su rival. Especialmente con la derecha, pero también con el revés. Por todos lados logró superar Rafa al alemán, el hermano mayor de una de las grandes promesas del circuito, Alexander Zverev. Muchas veces no le daba tiempo ni a llegar al cuadro de saque. Le cogía a media subida, y punto para el manacorense. Desde el fondo tampoco lograba nada positivo alemán, que terminaba mareado, de lado a lado. «Jugué un gran partido. Creo que he regresado muy bien», admitió Nadal.

La prueba de ayer no tiene nada que ver con lo que le espera hoy no antes de las 10 de la mañana (Eurosport) en España. El canadiense Milos Raonic es el próximo oponente de Rafa. Ya lo venció hace unos días en la exhibición de Abu Dabi, pero en un duelo apretado. Milos ha sido el único que le ha robado un set al español en 2017 y a ratos mostró un nivel muy alto. El denominador común entre ambos es Carlos Moyá, que acaba de entrar en el cuerpo técnico de Rafa y que el curso pasado fue el entrenador de Raonic. Le hizo madurar mental y tenísticamente. Fue la mejor temporada de su carrera, en la que disputó su primera final de Grand Slam, la de Wimbledon, que perdió con Murray, y en la que alcanzó el puesto tres del mundo, ránking que mantiene. «Es uno de los oponentes más duros con los que puedo encontrarme. Su servicio es enorme y ha mejorado desde el fondo de la pista», analizó Rafa a su rival. «Hay que estar muy concentrado con el saque y luego tratar de restar de forma agresiva», siguió el número nueve del mundo. Precisamente el servicio fue el único pero que se puso en su duelo con Zverev: «Es difícil buscar algo negativo. Quizá no estuve seguro en mi porcentaje de servicios».

En el torneo de Doha, Verdasco venció a Karlovic (6-2 y 7-5) y en las semifinales se las verá con Novak Djokovic. Almagro no pudo con Murray (7-6 [7/4] y 7-5).

En Chennai, Roberto Bautista superó los octavos al vencer al brasileño Silva (6-3 y 6-2).

Garbiñe vuelve a remontar

La número uno española, Garbiñe Muguruza, superó a una poderosa oponente: la rusa Kuznetsova, después de remontar un 1-4 en el primer set. Su entrenador, Sam Sumyk, le aconsejó que fuera más agresiva, que acortara los puntos, y todo cambió para el 7-5 y 6-4 final. Su rival en semifinales, la francesa Cornet.