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El resto de Thor

Nadal, ya en cuartos de París, donde se las verá con Schwartzman, ejerce su dominio en tierra desde los juegos en los que saca el rival, que comienza desde 4 o 5 metros por detrás de la línea de fondo

El tenista español Rafa Nadal / Foto: Reuters
El tenista español Rafa Nadal / Foto: Reuterslarazon

Nadal, ya en cuartos de París, donde se las verá con Schwartzman, ejerce su dominio en tierra desde los juegos en los que saca el rival, que comienza desde 4 o 5 metros por detrás de la línea de fondo.

Rafa Nadal sigue acumulando números mareantes: ya está en cuartos de final de Roland Garros por duodécima vez en catorce participaciones, después de superar la oposición de Marterer (6-3, 6-2 y 7-6 [7/4]) y lograr su victoria 900 como profesional. Además, aumenta su marca de sets consecutivos en el «Grand Slam» de París, que ya va por 37, desde 2015. El joven alemán se puso por delante en el primer parcial (0-2) y en el tercero (1-3), pero un «break» de ventaja es poco contra Rafa en tierra. En abril, antes del comienzo de la gira europea sobre la superficie lenta, la web de la ATP publicó una estadística: con el servicio, Nadal tiene números similares en pistas rápidas y en polvo de ladrillo, gana aproximadamente el 85 por ciento de los juegos. Pero al resto, la diferencia es notable: en superficie dura gana el 29,26 por ciento de los juegos, pero en tierra los números se disparan hasta el 42,74. Este año, en Montecarlo, Barcelona, Madrid y Roma el número uno del mundo aumentó la cifra hasta el 47 por ciento. En los cuatro partidos que lleva hasta ahora en París ha conquistado el 44 por ciento de los juegos en los que sacaba el rival.

El servicio es uno de los golpes más decisivos del tenis, bien porque se logran puntos directos con el mínimo esfuerzo, bien porque si el saque es bueno permite dominar y ser agresivo. Para contrarrestarlo, Rafa resta de una forma particular. Se sitúa cuatro o cinco metros por detrás de la línea de fondo para tener tiempo de armar el brazo y tirar con mucho efecto, intentando llegar lo más lejos posible, porque quedarse corto es mortal. «Nadal resta bastante largo, pero para eso hay que tener mucha fuerza. Para alguien con poca fuerza es difícil pegarle a la bola 3 metros por detrás de línea más la distancia hasta el otro lado... (la pista mide 23,77 metros) Él también juega los restos un poco altos y entonces le da tiempo a recuperar la posición y jugar más cerca de la línea el siguiente golpe», explica Juan Avendaño, excapitán de la Copa Davis. El brazo de Nadal se convierte entonces en el de Thor, el personaje de la mitología nórdica, salvo que en lugar de un martillo empuña una raqueta con la que desplaza la pelota más de 25 metros. «A mí me gusta más ver a restadores cerca de la línea de fondo, pero a él le va bien. Los saques vienen a mucha velocidad y atrás hay más opciones de restar en una condición buena. Muchos tenistas imitan a Rafa», continúa Avendaño, que también describe alguno de los puntos débiles de esta fórmula: «Me extraña que no se haga más saque-red, sobre todo abierto. Si sacas abierto con «kick» (efecto en el que la pelota salta mucho), el jugador que está muy atrás ya desplazado se tiene que abrir todavía más y o hace un buen resto o deja mucha pista libre. Thiem lo hizo en Madrid cuando ganó a Rafa».

Schwartzman será el rival de Nadal en cuartos. El argentino ha preparado el torneo en la academia del manacorense. «No lo voy a invitar más, sale como un tiro», bromeó el español.