La final masculina de Wimbledon entre Carlos Alcaraz y Jannik Sinner no solo promete un duelo de alto nivel, sino que también ha generado controversia por la decisión de retrasar el inicio del partido de las 14:00 a las 16:00 horas. El cambio, impulsado por la organización del torneo para favorecer la audiencia internacional, especialmente en Estados Unidos y Sudamérica, ha despertado críticas entre figuras del tenis como el escocés Jamie Murray.

El tenista ha expresado su preocupación por las condiciones lumínicas, que podrían obligar a interrumpir el encuentro si se extiende más allá del atardecer. En declaraciones recogidas por el medio británico Metro, Murray advirtió que "no se puede comprometer la integridad deportiva por cuestiones de audiencia", mostrando su inquietud ante el impacto que este cambio horario podría tener en el desarrollo de la final.

"Sería una pena que tuvieran que pausar el encuentro para cerrar el techo de la pista por mala iluminación", ha advertido el tenista en el diario británico. La última vez que Alcaraz y Sinner se enfrentaron en una final el partido se prolongó más de cinco horas, por lo que este domingo el encuentro podría terminar en noche cerrada.

La modificación busca que el partido se emita a las 11:00 horas en Nueva York, ampliando el alcance mediático del evento. Sally Bolton, directora ejecutiva del All England Club, defendió la medida como parte de una estrategia para mejorar la experiencia de espectadores y competidores, asegurando que se trata de un formato más fluido y atractivo.

Expectativas para la final

Más allá de la polémica, Jamie Murray ha señalado a Carlos Alcaraz como favorito para alzarse con su tercer título consecutivo en Wimbledon, destacando su madurez competitiva y su capacidad para adaptarse a cualquier superficie.