Tenis

Ruud gana el Godó a Tsitsipas y corona por fin con un título su gran 2024

Era la cuarta final del noruego este curso y había perdido las otras tres. Su victoria por 7-5 y 6-3 es, a su vez, la cuarta final que pierde Tsitsipas en Barcelona

Casper Ruud of Norway returns the ball to Stefanos Tsitsipas of Greece during the final of the Barcelona Open tennis tournament in Barcelona, Spain, Sunday, April 21, 2024. (AP Photo/Joan Monfort)
Casper Ruud, durante la final del Godó ante TsitsipasASSOCIATED PRESSAgencia AP

La final del Barcelona Open Banc Sabadell, el clásico Conde de Godó, entre Stefanos Tsitsipas y Casper Ruud era la final del “por fin”, porque alguna de las malas rachas que atraviesan estos dos grandes tenistas iba a tocar a su fin. Por parte del griego era la cuarta vez que llegaba al último partido en la Ciudad Condal (cayó en dos contra Nadal [2018 y 2021] y en una contra Alcaraz [2023]) y la undécima de un torneo ATP 500... Todas perdidas, aunque él sabe lo que es ganar Masters 1.000 e incluso el Torneo de Maestros. En el caso del noruego, que ha jugado tres finales de Grand Slam y dos de Masters 1.000, los 10 títulos que tiene son ATP 250. Este año, además, llegó hasta el duelo definitivo en Los Cabos (derrota ante Thompson), en Acapulco (derrota ante De Miñaur) y en Montecarlo (derrota ante Tsitsipas, precisamente) por tanto ya puede decir, tras vencer en la Ciudad Condal por 7-5 y 6-3: “Por fin gano un torneo en este 2024; y por fin gano un torneo superior a un ATP 250".

Una semana después de Montecarlo, Ruud y Tsitsipas repetían final y hubo cambio de ganador. Ruud fue muy superior, y eso que empezó con un break en contra. Arrancó el partido un poco acelerado el tenista que entrena en la Rafa Nadal Academy a las órdenes del español Pedro Clar, y cometió un par de errores con los que regaló la rotura. Eso relajó al tenista heleno por momentos. Se manejaba en el primer set con cierta solvencia y con la ventaja ya en el marcador, pero Ruud todavía no había llegado al partido. Lo hizo justo a tiempo, mediado el primer set, cuando igualó 3-3 y ya empezó a imponer su juego, que es ideal para la tierra batida. Es un jugador muy disciplinado, que tira hacia arriba para darle mucho efecto a la pelota, como manda la tradición de esta superficie lenta, y que además ha mejorado mucho con el revés. Cuando cambiaba de dirección con el tiro a dos manos paralelo, tomaba el control del punto. Sabe jugar en tierra Casper, con paciencia, pero también sabe ser agresivo y ganó muchas veces la red.

El primer parcial todavía se mantuvo algo equilibrado hasta que cuando Tsitsipas tuvo que sacar para forzar el tie-break, tembló... Y se encontró con un oponente dispuesto a dar guerra y a correr, que le pilló en un par de subidas, una con un passing y otra, la definitiva, la de la bola de set, con un revés cortado que le puso en los pies.

Le afectó psicológicamente a Tsitsipas. Ya se sabe que en un partido de tenis es tan importante darle bien a la raqueta como gestionar los momentos de bajón. Aprovechó Ruud la “ausencia” de Tsitsipas para dispararse en el segundo set. Pudo ser un visto y no visto, porque el 5-1 lo tuvo a nada el nórdico. Se recuperó Tsitsipas, pero no lo suficiente. Otra vez le tocaba dar la mano a su rival en la final en las pistas del Real Club de Tenis Barcelona. Ruud se proclamó campeón en una semana perfecta en la que no ha cedido un set.