Ucrania
«Superará a Federer»
Los expertos coinciden en que en dos o tres años Rafa batirá el récord de «Grand Slams». «Será el mejor de la historia», dice Albert Costa
En ocho meses Nadal ha pasado de no saber cómo iba a responder su cuerpo al coger una raqueta a sumar diez torneos más en su palmarés y convertirse en el tercer jugador de la historia con más «Grand Slams» (el lunes se apuntó el US Open al derrotar a Djokovic por 6-2, 3-6, 6-4 y 6-1). Sus 13 títulos sólo tienen por delante los 14 de Sampras y los 17 de Federer (ver gráfico). Detrás han quedado leyendas de la talla de Borg, Connors, Lendl, McEnroe, Rod Laver... Los expertos consultados por LA RAZÓN coinciden: está en condiciones de superar el récord de Federer y convertirse en el mejor jugador de la historia. «Si su motivación, su físico y su cabeza se mantienen como este año, va a mejorar el récord de Federer seguro. Está en camino de convertirse en el mejor jugador de la historia», asegura Albert Costa. Otro ex capitán de la Davis apunta en la misma línea. «Rafa es el único jugador que está capacitado para superar el récord del suizo. Lo puede hacer perfectamente porque no para de romper récords. Si sigue en la línea mostrada en los últimos meses, no tiene límites», comenta Jordi Arrese. Manolo Santana, la primera leyenda del tenis español, es tajante: «Lo va a superar seguro». Y el sucesor de Costa en el equipo de la Davis, Alex Corretja, lo ratifica: «También nos parecía increíble que un jugador ganase ocho veces Roland Garros y él ya lo ha hecho. Sí puede dejar atrás los 17 de Federer». Su amigo David Ferrer lo tiene claro: «Rafa lo puede hacer». Incluso Djokovic, después de la final, admitió que lo de Rafa es excepcional: «Que lleve 13 ''Grand Slams'' un chico de 27 años es increíble y todavía le quedan un montón de años de tenis».
La victoria ante el serbio es más que un «simple» «Grand Slam» y un talón de 3,6 millones de dólares del que percibirá algo menos del 50 por ciento. «Mucho dinero», según él mismo reconoció. La celebración sobre el cemento de Flushing Meadows dio pistas de todo lo que significaba. Se desplomó, se tumbó boca abajo, empezó a sollozar y se dio el capricho de estar unos segundos allí solo, dedicándose un triunfo glorioso. «Mi equipo sabe muy bien qué significa ganar este torneo para mí», comentó. Y es que Rafa, allá por el mes de febrero, dudaba, como dudaba todo el mundo, sobre la forma en que iba a encontrarse en el regreso a la élite. Los casi ocho meses de ausencia pesaban demasiado y nunca imaginó que a estas alturas de la temporada se iba a encontrar con diez títulos más en su palmarés después de jugar doce finales. «Esto es mucho más que un sueño, porque estoy viviendo el año más emocionante de mi carrera. Nunca pensé que algo así podría pasarme, sobre todo después de venir de donde vengo. Sólo quería volver y ser competitivo y esto...», fue lo que comentó en una conferencia de prensa en la que se le vio mucho más emocionado que de costumbre. Además, Nadal ha asumido que sus partidos con Djokovic son especiales. Ningún jugador le exige tanto y ese nivel de exigencia es lo que le llena de orgullo. «Me lleva a límites extremos», reconoció después de un partido que el serbio dominó en el segundo set y el arranque del tercero.
Rafa y su entorno permanecen ajenos al debate sobre la cercanía del récord de Federer, pero también eran ajenos a los comentarios sobre el asalto al número uno y Nadal, después de Montreal, reconoció que ése era uno de sus objetivos. Después de celebrar la victoria, Rafa cumplió con el rito de fotografiarse con el trofeo en Central Park. A última hora de la tarde tomó un avión para Madrid. Le espera la eliminatoria por la permanencia en el Grupo Mundial de la Davis ante Ucrania. Tiene previsto entrenarse esta tarde en la Caja Mágica y una vez que Corretja hable con él y vea su disposición, que será absoluta, decidirá si juega en los individuales del viernes o en el doble del sábado.