Fútbol
Un avión con todas las plazas ocupadas
El Real Madrid empezó ayer el trabajo. Los jugadores pasaron las pruebas médicas y hoy se marchan a EE UU. James y Morata, también.
El Real Madrid empezó ayer el trabajo. Los jugadores pasaron las pruebas médicas y hoy se marchan a EE UU. James y Morata, también.
No estaba Cristiano Ronaldo, porque aún tiene vacaciones, tampoco los subcampeones de Europa sub’21 y no estaban ayer, en las pruebas médicas, porque ya no van a estar esta temporada ni Pepe ni Coentrao ni Mariano, las tres bajas del Madrid en este verano de vacaciones, tres ausencias esperadas y que no duelen ni contradicen el mensaje que dejó Zidane nada más irse de vacaciones: a ser posible que no le tocaran la plantilla. Y sí estuvieron Morata y James, dos de los futbolistas que parecía que se iban a marchar antes de que el equipo volviera de vacaciones, pero que siguen, a todos los efectos, siendo miembros de la plantilla que va a manejar Zidane durante la gira estadounidense.
Morata es el que más cerca ha estado de irse, porque el acuerdo con el Manchester United estaba casi cerrado hasta que el conjunto inglés decidió pagar más por Lukaku y dejar plantado al canterano español. El Madrid está contento con que el delantero continúe y más después de comprobar que Mbappé tiene una oferta irrechazable e inigualable del PSG. Para el club blanco igualar el salario que le ofrecen en París supondría romper su escala salarial e introducir un elemento de perturbación en el vestuario. Porque a Mbappé aún le falta demostrar que es un jugador para los grandes. Apunta a que sí, pero sólo tiene 18 años.
Con su fichaje lejano, Morata satisface a Zidane porque le considera un elemento importante, que puede aportar lo mismo o más que el año pasado. En el Madrid hacen cuentas y ven complicado contratar a un futbolista que asegure los goles que hizo el canterano el año pasado y muestre el mismo compromiso, pese a que no tenga los minutos que considera que debe tener. Morata se va a subir al avión hoy, va a hacer la pretemporada y pese a que en el club están contentos con él, tampoco se descarta que para septiembre juegue en otro equipo. Empieza a trabajar el vestuario, pero nada es definitivo.
Tampoco se esperaba a James en ese avión porque ya en su última actuación en el Bernabéu, cuando fue sustituido, hizo como una despedida. Puede que casi todo el mundo interpretara mal y que en realidad no fuese nada. Los movimientos respecto a James han sido escasos, aunque últimamente empiezan a acelerarse. Se quedó fuera de la convocatoria en el último partido del Madrid, en Cardiff y parecía la última señal que le indicaba hacia la salida. Pero a Zidane no le importa contar con él en una plantilla cargada de centrocampistas tras las llegada de Ceballos.
Como con Morata, la situación del Madrid respecto a James es la de la paciencia. Es un jugador que siempre aporta cosas y no hay ninguna prisa por venderlo. Si llega un club interesado y pone unos 70 millones de euros, es probable que James se suba en el avión de regreso. Mientras, sigue siendo parte de una plantilla mejor nutrida que nunca. Hoy cogen el avión y jugarán contra el City, el United y el Barça en Estados Unidos, Hasta nueva orden, James y Morata cuentan.
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