Luis Alberto, que pasó por seis equipos en seis temporadas, ha encontrado su sitio en el Lazio y se ha ganado la llamada de Lopetegui.

Estaba a punto de cumplir los 21 años cuando el Liverpool pagó ocho millones al Sevilla por su traspaso. Luis Alberto se marchó a Inglaterra para triunfar en un equipo con una tradición reciente de futbolistas españoles. El Liverpool era su tercer equipo en tres años, cuatro si se cuenta el paso por el Sevilla B. Una cesión al Barcelona B de la que lo recuperó el Sevilla y el posterior traspaso a la Premier parecían convertirlo en un jugador en constante ascenso. Pero en las siguientes tres temporadas volvió a jugar en tres equipos diferentes en lo que parecía una carrera continua en busca de destino estable. Pasó por el Málaga, el Deportivo y el Lazio, hasta que al séptimo año descansó. En Italia ha encontrado su lugar y este año, el segundo en el Lazio, nadie discute su presencia en el equipo. Tres goles y cinco asistencias en Liga y una asistencia más en la Liga Europa son su aportación ofensiva para el tercer clasificado de la Serie A.

Méritos suficientes para hacerse un hueco en la Selección. «Lleva tiempo jugando a un nivel muy alto en la Lazio. Ha estado cerca de venir en algunas concentraciones y hemos decidido que era el momento. Encaja dentro de nuestra manera de ver el fútbol. Tenemos ganas de verlo y analizar su prestación con nosotros», decía ayer Lopetegui para anunciar su presencia entre los convocados de la Roja para enfrentarse a Costa Rica y Rusia en los últimos amistosos del año.

Su carrera en las divisiones inferiores de la Roja ha sido corta. Apenas un partido con la sub’21 y dos con la sub’19, siempre bajo el mando de Julen Lopetegui, que vuelve a confiar en él para la selección mayor ahora que su carrera vuelve al buen camino. Porque hubo un tiempo en que estuvo a punto de perderse. Él mismo reconoce que le ha ayudado el trabajo mental con el «coach» deportivo Juan Carlos Álvarez Campillo, un profesional que también ha colaborado con Julen Lopetegui. «Con el enfoque y las técnicas de Juan Carlos he descubierto que todos tenemos un gran tesoro y talento dentro que hay que descubrir y potenciar», dice el seleccionador.

«El año pasado tuvo algunos problemas de adaptación, no conocía el fútbol italiano ni el idioma. A la pretemporada llegó con muchas ganas de trabajar. Es un jugador con muchísimas cualidades y todo el mérito es suyo por cómo ha trabajado», dice su entrenador en el Lazio, Simone Inzaghi. Pero el que más ha confiado en él es el albanés Igli Tare, director deportivo del club romano. «Puede marcar diferencias», asegura.