Aerolíneas

Aviones con menos pasajeros y billetes más caros para el post coronavirus

Algunas aerolíneas asumen que, para volver a volar, tendrán que reducir plazas para mantener las distancias. La IATA teme que la medida empuje al alza los precios

Las aerolíneas vietnamitan vuelven a operar vuelos nacionales
Varios viajeros, con trajes de protección, recorren el aeropuerto internacional Noi Bai en Hanoi (Vietnam) el pasado domingoLUONG THAI LINHAgencia EFE

Mantener la distancia de seguridad en el interior de un avión constituye misión casi imposible. Y ese impedimento espacial es uno de los principales desafíos a los que el sector aéreo se enfrentará para retomar la actividad cuando el coronavirus comience a remitir, teniendo en cuenta que los expertos aseguran que pasará un buen tiempo en el que habrá que mantener las distancias aunque la pandemia remita. Como los aviones no se pueden agrandar, la única solución para aumentar las distancias es que transporten a menos pasajeros. Y en esa dirección apuntan las negociaciones que la principal organización internacional de aerolíneas, la IATA, está manteniendo con los gobiernos para que vuelvan los vuelos.

Según ha reconocido esta semana a la agencia Reuters el director general de la IATA, Alexandre de Juniac, dejar vacante la fila central de asientos es una de las medidas que se están tomando en consideración en estas conversaciones. Hay aerolíneas que incluso asumen ya que sólo podrán retomar sus operaciones en estas condiciones. La húngara Wizz Air ha declarado que trabaja en un plan para reducir un tercio la capacidad de sus aviones, de tal manera que un aparato con capacidad para 180 pasajeros transportará 120. También el consejero delegado de easyJet, Johan Lundgren, ha admitido que es probablemente que los aviones vuelvan a volar con los asientos del medio vacíos.

La reducción de plazas disponibles supondría otro duro golpe para las ya muy castigadas finanzas de las aerolíneas. Básicamente, implicaría reducir en un tercio sus ingresos por vuelo. «Si pedimos que se mantenga la distancia social en los aviones, eso implicará que habrá que compensar muchos asientos vacíos, lo que podría empujar los precios al alza», según De Juniac. Javier Gándara, presidente de la patronal aérea española ALA, también cree que una medida así «tendría un gran impacto y haría que algunas rutas no fueran factibles a los precios actuales».

Pero incluso en una situación de presión extrema para sus finanzas como la que está atravesando ahora mismo las compañías aéreas, algunas podrían tener la tentación de desatar una guerra de precios aunque vieran reducida la capacidad de sus aviones. «Hay compañías que están en una situación tan delicada y tan desesperada por captar pasajeros para retomar la actividad que podrían desatar una guerra de precios», explica De Juniac.

Termómetros, mascarillas y test

Michael O’Leary, el polémico consejero delegado de Ryanair, cuenta con que las miles de personas encerradas ahora en el norte de Europa se lancen a una especie de loca carrera por reservar vacaciones que, en su opinión, desatará una guerra de precios. Claro que también es cierto que O`Leary pronosticó a primeros de marzo que había mucha «histeria irracional» sobre el coronavirus, que la gente se «aburriría» de la pandemia y que la situación se normalizaría para Semana Santa.

Ryanair, la reina del «low cost» en Europa, no está por la labor de reducir la capacidad de sus aviones. Si por algo se caracteriza el modelo de negocio de las compañías de bajo coste es por maximizar la capacidad de sus aparatos y realizar más vuelos diarios que otras para lograr un mayor beneficio. O`Leary apuesta porque una vez se retome la actividad, los pasajeros usen mascarilla y se les tome la temperatura antes de subir al avión. Algunas compañías ya están trabajando en este sentido. Los pasajeros de un vuelo de Emirates entre Qatar y Túnez de esta semana se han sometido a test rápidos del coronavirus antes de embarcar, lo que ha convertido a esta compañía en la primera en realizar este tipo de pruebas como medida de seguridad ante expansión de la pandemia. La prueba se efectuó en el Aeropuerto Internacional de Dubái. El director de Operaciones de Emirates, Adel Al Redha, aseguró que el proceso se realizó «sin problemas» y que la compañía está trabajando para extender los test a otros vuelos.