Finanzas

La Gran Pandemia será peor que la Gran Crisis de 2008 para la banca

Los bancos deben reducir 3.000 millones de costes para sobrevivir al coronavirus, según la consultora Kearney. Las entidades necesitan economizar 80 euros por cliente, frente a los 20 euros que tuvieron que ahorrar en 2008

El problema llega cuando dejamos de tener control sobre nuestras deudas | Fotografía de archivo
El problema llega cuando dejamos de tener control sobre nuestras deudas | Fotografía de archivolarazon

Entre 2.000 y 3.000 millones de euros. Ese es colchón económico que deben lograr los bancos españoles con la reducción de sus costes operativos para “aminorar” el efecto de la crisis provocada por el coronavirus y por la recesión económica derivada, que debe llevar a las entidades financieras a “repensar sus estrategias de negocio”. Esta reducción de costes llevará consigo una mayor digitalización empresarial, tanto en lo que respecta a la relación con el cliente como a nivel operativo, deben contar “con una mayor diversificación de servicios digitales” y desarrollar un “modelo operativo viable”. Estas son algunas de las conclusiones del Radar de la Banca Europea, el informe anual que elabora la consultora de estrategia y operaciones Kearney, que augura que la banca europea deberá ajustar sus costes entre 35.000 y 45.000 millones de euros para mantener sus actuales ratios de eficiencia. Aunque en el informe no detalla cómo lograrán el objetivo de reducir estos costes, todo apunta a que las entidades opten por la reducción de plantillas, el cierre paulatino de sucursales tradicionales y la proliferación de plataformas de servicios bancarios virtuales.

Según este estudio -que ha analizado 92 bancos minoristas en un total de 22 países europeos, entre los cuales se encuentran 50 entidades financieras de Europa Occidental y 42 de Europa Oriental- aún no se puede cuantificar hasta dónde pueden llegar los efectos negativos de esta crisis, pero el sector financiero reconoce a la consultora que ya está notando sus efectos y que, además, “podrían prolongarse más y ser más intensos que los de la crisis financiera de 2008”. Y pone un claro ejemplo para demostrarlo. Según su previsión, las entidades se verán obligadas a economizar unos 80 euros por cliente, frente a los 20 euros que tuvieron que ahorrar de media durante la crisis del 2008, si quieren mantener el ratio de costes e ingresos o ratio de eficiencia en el 62% registrado en el año 2019. Eso significa que tendrá que hacer un esfuerzo de casi el 50% para no ver afectadas peligrosamente sus cuentas de resultados.

Para salir fortalecidos de la actual situación, Kearney apuesta por impulsar nuevos modelos operativos e implantar medidas muy rigurosas para mejorar la eficiencia y controlar el gasto. “Esta crisis supone un desafío enorme, por lo que la reducción de costes no será suficiente por sí sola para superar este escenario”. En su opinión, las entidades tendrán que impulsar “nuevos modelos operativos” e implantar “rigurosas medidas de eficiencia” para poder “salir fortalecidos” de la embestida tras la pandemia. Entre los peligros que acecharán al sector financiero en los próximos meses, la consultora destaca como los más importantes a tener en cuenta “la desaceleración económica, la menor demanda de servicios, la persistencia de los bajos tipos de interés, el aumento de los posibles impagos de créditos vencidos o deudas, que derivará en una alta morosidad del crédito particular e hipotecario”.

El modelo de banca digital seguirá ganando terreno a la banca tradicional, por lo que las entidades tendrán que desarrollar nuevos planes de reestructuración de su modelo de negocio y de su estructura interna y laboral. Según el presidente de Kearney en España, Pedro Mateache, en las últimas semanas se ha puesto de manifiesto “que hay muy pocas necesidades financieras que ya no se puedan resolver en remoto, si la banca y los reguladores se coordinan para hacerlo posible”. A su juicio, los bancos “pueden mejorar significativamente su eficiencia reduciendo gasto superfluo y sacando más partido a las capacidades digitales” para “capear el temporal macroeconómico de los próximos trimestres”. Todo apunta a que en una nueva “era post-Covid” el sector se redirige hacia una nueva reconversión integral.