Banco de España
El Banco de España advierte al Gobierno de que una «desescalada prematura» dañará al empleo
Las provincias que entraron antes en fase 1 a mediados de mayo muestran un mejor comportamiento del empleo que las que se quedaron atrás
Esta misma semana, el Banco de España publicó su informe de previsiones de la actividad económica, en el que situó a España como el país europeo, junto a Francia e Italia, con la mayor caída de la economía en el primer primer trimestre, en torno a un 34%. Hoy, en un adelanto sobre el mercado laboral del «Informe trimestral de la economía española» del segundo trimestre de 2020, el supervisor bancario ha advertido de que “una desescalada prematura” puede conllevar una “menor recuperación del empleo a corto o, incluso, a medio plazo” si la demanda y el consumo no repuntan al aumentar el riesgo a nuevos brotes de contagio o porque “los consumidores percibieran un nivel elevado de riesgo sanitario”. Pese a que esta desescalada ha contribuido a recuperar puestos de trabajo, aconseja que el “ritmo de retirada de las medidas de contención esté acompasado con el cumplimiento de las condiciones sanitarias que se prescriban”.
Según sus estimaciones, aunque la retirada de medidas en mayo tuvo un impacto positivo en la producción y en el empleo, sobre todo en las provincias que entraron en fase 1 con respecto a las que no lo hicieron, los resultados “no deben interpretarse sobre que un proceso de desescalada más rápido habría tenido necesariamente efectos positivos sobre el empleo”, a pesar de que incrementaron la afiliación a la Seguridad Social a mayor ritmo y reincorporaron a sus puestos a más trabajadores incluidos en expedientes de regulación de empleo temporal (ERTE). Por ello, el ritmo de desescalada debe ir acompañado de medidas de contención que acompasen el cumplimiento de las condiciones sanitarias, lo que incluye no solo el control de la epidemia, sino también “la recuperación de la capacidad asistencial necesaria para poder abordar hipotéticos rebrotes”.
En su análisis de la recuperación de empleo, el supervisor ha confirmado que en mayo se registró un aumento del 1% en la afiliación a la Seguridad Social, en contraste con el retroceso del 4,6% experimentado entre los últimos días de febrero y abril. Además, los asalariados afectados por ERTE se redujeron un 11,5% (casi 400.000 trabajadores) a lo largo del mes de mayo, aunque el Banco de España no descarta que una parte de ellos pasaran al desempleo y no a la actividad. Pese a ello, aprecia una gran “heterogeneidad relativamente elevada” en la evolución del empleo en mayo en las diferentes provincias en términos de afiliados. Y reitera que, aquellas que pasaron a la fase 1 el 11 de mayo, mostraron un crecimiento medio de cotizantes a la Seguridad Social, del 1,3%, frente al repunte del 0,8% en las que no lo hicieron.
Al mismo tiempo, el descenso en el número de trabajadores afectados por ERTE fue superior en las provincias que pasaron anticipadamente a la fase 1 (-14,2%), frente al observado en el resto de las provincias (-9,4%). En términos de afiliación “efectiva”, que el Banco de España define como los afiliados totales menos los trabajadores afectados por ERTE, el crecimiento fue del 4,7% en mayo en las provincias en fase 1 y del 3,2% en las que aún estaban en fase 0. En todo caso, el informe precisa que estas diferencias podrían reflejar otros factores distintos al del impacto del cambio de fase, como por ejemplo las disparidades provinciales en la estructura sectorial de la actividad.
Pese a que el estudio confirma que la desescalada ha sido clave en la recuperación del empleo, reconoce la existencia de otros factores que también han influido. El más acusado es el sectorial, ya que mejoran más rápido aquellas provincias con mayor peso constructor en su actividad tras su caída en marzo y abril. Por el contrario, la afiliación “evolucionó peor” en mayo en las provincias con un mayor peso de los sectores de comercio y hostelería en el conjunto del empleo, dado que en esa fase inicial de la desescalada la actividad de estas ramas continuó viéndose afectada por restricciones significativas. También influye el peso de los ERTE, de forma que la recuperación avanza más cuando su presencia es significativa, lo que “resulta coherente con la finalidad para la cual fueron concebidos” de preservar las rentas de los trabajadores y moderar los costes de las empresas durante un período de tiempo acotado. Sin embargo, el supervisor alerta de que “cabe esperar que probablemente la pérdida de afiliaciones a la Seguridad Social tenga un componente de mayor persistencia temporal”, en alusión a las personas en desempleo que no están vinculadas a ERTE. La institución apunta también que cabe esperar que en junio se produzca una “mejora adicional del empleo” ante la retirada casi total de las medidas de contención.
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