
Aranceles
Cómo los aranceles de Trump afectarán a nuestro bolsillo en España
El presidente Trump apuesta por los aranceles globales, marcando un rumbo económico distinto para Estados Unidos

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció un paquete de aranceles recíprocos de aplicación global. Desde la Casa Blanca, sostuvo que la iniciativa busca una "declaración de independencia económica", alegando que otras economías se han beneficiado a expensas de los intereses estadounidenses.
Estas medidas incluyen un arancel general del diez por ciento para todos los productos importados, y porcentajes específicos para sesenta países clave. Un veinticinco por ciento se aplicará a los vehículos extranjeros.
Los aranceles, impuestos aduaneros, fueron reducidos tras la Segunda Guerra Mundial. Con la Administración Trump, estas barreras comerciales han resurgido con fuerza, configurándose como un eje importante en su política económica.
El impacto en la cadena de suministro y el consumidor
La implantación de aranceles implica que la empresa importadora asume un gravamen, porcentaje del valor del producto. Un 20% sobre 10 dólares supone un recargo de dos dólares. Las compañías pueden trasladar este costo al consumidor final.
La economía global se caracteriza por la profunda interconexión. Las manufacturas, a menudo, cruzan fronteras múltiples veces. Esta cadena de valor significa que un mismo bien puede ser gravado con distintos aranceles varias veces, elevando su precio.
Los derechos de aduana muestran gran variabilidad. En 2022, el arancel promedio ponderado era del 1,49% en EE.UU., 1,37% en Canadá y 1,3% en la UE; en América Latina, del 4,8% en México al 11,1% en Argentina. Los aranceles del 25% o 50% propuestos por Trump son muy poco comunes, asociados históricamente a guerras comerciales.
La estrategia de Trump: proteccionismo y herramienta negociadora
Desde la BBC señalan que los aranceles son una parte central de la agenda económica de Trump. Su propósito: impulsar manufactura nacional, proteger empleo e incrementar ingresos fiscales. Busca revitalizar la industria que ha visto empleos deslocalizarse a naciones con salarios más bajos.
Trump también aborda el déficit comercial, interpretándolo como una pérdida económica. La amenaza de aplicar estos impuestos se utiliza como una palanca de presión para que naciones reduzcan la brecha comercial, aumentando sus compras o importando recursos de EE.UU.
La Administración Trump ha sustituido, en ocasiones, la diplomacia por la amenaza arancelaria. Un ejemplo: el presidente colombiano rehusó vuelos de repatriación. Trump amenazó con imponer un arancel general del veinticinco por ciento a Colombia.
De manera similar, cuando el gobernador de Ontario consideró subir el precio de la electricidad, Trump amenazó con un arancel del cincuenta por ciento. El político canadiense retiró su medida, ilustrando la eficacia percibida en esta táctica de presión.
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