Red Eléctrica logró un beneficio neto de 331,7 millones entre enero y junio, el 8,4% menos que un año antes, lastrada por los cambios en la retribución aprobados por la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) y los costes asociados a la incorporación de Hispasat. En cuanto al impacto de la covid-19 en sus cuentas, ha explicado que aunque su actividad se ha visto marcada por la pandemia, las medidas implementadas han permitido minimizar los efectos, aunque algunas partidas, como las relacionadas con la construcción de nuevas infraestructuras en España y Latinoamérica, han sufrido retrasos temporales por la paralización de la economía. En las cuentas remitidas al supervisor bursátil, ha apuntado que la complejidad de la situación impide conocer con exactitud sus consecuencias sobre las actividades del grupo y el valor de sus activos. No obstante, continuará evaluando la situación y realizará un seguimiento de las incidencias que se puedan registrar en las infraestructuras y el impacto que factores externos pudieran tener en sus estados financieros.

A nivel económico, la cifra de negocio bajó el 1,5% en el primer semestre, hasta 977,9 millones, por la aplicación de los nuevos parámetros retributivos de la actividad de transporte de electricidad (-7,3%) y pese a la incorporación, por primera vez, de Hispasat en el perímetro de consolidación del grupo (aportó ingresos de 79,2 millones). Los costes de aprovisionamientos y otros gastos de explotación bajaron el 2,3%, pese a incorporar 13,4 millones de euros procedentes de Hispasat y una provisión por el incidente ocurrido en la isla de Tenerife en septiembre de 2019; en tanto que los de personal subieron el 13,6% con la incorporación de la plantilla de empresa de satélites. Según la misma fuente, el incremento superior al 10% de las amortizaciones por la incorporación de Hispasat y la mayor carga financiera asociada al incremento de la deuda, redujeron el beneficio neto en el 8,4 %.

En la primera mitad del año, la demanda de electricidad se redujo una media del 8%, aunque durante el estado de alarma (15 de marzo a 21 de junio), el retroceso llegó al 13,3%.

Entre enero y junio, Red Eléctrica invirtió 567,3 millones de euros (frente a 166 el año pasado), de los que 130,5 millones se destinaron al desarrollo de la red de transporte española y 374,3 millones a la compra del 50% de la brasileña Argo. A 30 de junio, la deuda financiera neta del grupo era de 6.266,2 millones de euros, frente a los 6.038,1 que presentaba a finales de 2019.