Pensiones

Trabajo rechaza incentivar el retraso de la jubilación que propone Seguridad Social

La ministra Díaz cree que esa medida entorpecería el rejuvenecimiento de las plantillas mientras Escrivá apuesta por ella

La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, junto a su homólogo de Seguridad Social, José Luis Escrivá
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, junto a su homólogo de Seguridad Social, José Luis Escrivá© Gonzalo Pérez MataLa Razón

Las grietas en la coalición del Gobierno son cada día más evidentes. La amenaza de congelación de los sueldos de los funcionarios o de las pensiones ya han ofrecido algunos choques recientes a un largo historial de desencuentros entre socialistas y morados. Ahora, las propuestas para reformar el sistema de pensiones y de jubilación añade uno nuevo. La ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, se ha mostrado contraria a incentivar la prolongación de la vida laboral más allá de la edad legal de jubilación porque ello “entorpece” el rejuvenecimiento de un mercado laboral como el español, “profundamente envejecido”.

“El reto de nuestro país es incorporar a los jóvenes al mercado de trabajo. Propiciar que alarguemos y además incentivemos la edad de jubilación más allá de la edad legal entorpece la posibilidad de incorporar jóvenes”, ha subrayado la ministra, que ha apuntado que, según datos de la EPA, un 36,5% de los jóvenes se encuentran en paro actualmente.

El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migración, José Luis Escrivá, anunció la semana pasada la intención de endurecer la jubilación anticipada y adoptar mecanismos que la desincentiven sobre todo para los trabajadores con salarios más altos. Además, lo hará de forma gradual, para evitar que el efecto anuncio provoque una reacción perversa, en forma de aluvión de prejubilaciones de trabajadores que busquen escapar de un empeoramiento posterior.

Según los cálculos de la Autoridad Fiscal (Airef) por cada año que se alarga la edad efectiva de jubilación, el sistema de pensiones obtiene un ahorro de 1,2 puntos de PIB y esta es la principal palanca sobre la que quiere actuar el Gobierno de cara a contribuir a sanear el sistema. Para ello, según dijo Escrivá, se trabajará en una doble dirección: incentivar la jubilación demorada (más allá de la edad legal) y desincentivar la anticipada.

Escrivá plantea incentivar el retraso del momento de la jubilación, bien mediante el rediseño de las bonificaciones que recibe quién decide alargar su vida laboral o con una estructura distinta de la compatibilidad entre el cobro de un salario y una pensión.

“Estamos hablando de dos incentivos, uno de ellos demorar la jubilación, lo que supondrá generar un sistema de incentivos que induzca a trabajar más y reformar fórmulas que permitan compatibilizar pensión y trabajo”, dijo Escrivá la pasada semana en sede parlamentaria. El ministro considera, al contrario que Díaz, que “España es un país que bonifica muy poco la demora de la jubilación”, por lo que ha indicado que su departamento está realizando un estudio de cómo es el mercado de trabajo de las personas que están a punto de jubilarse, evaluando los incentivos que existen y analizando porqué no son utilizados, “para diseñar un sistema mejor construido”.

Díaz, en declaraciones a TVE recogidas por Europa Press, ha recordado que este tema se está discutiendo en la Comisión del Pacto de Toledo, además de ser objeto de negociación entre los dos partidos que gobiernan en coalición, PSOE y Unidas Podemos.

Preguntada por si retrasar la jubilación acercaría a España al modelo europeo, Díaz lo ha negado y ha recordado que España no tiene salarios europeos, ni por tanto cotizaciones y pensiones europeas. “Ya me gustaría a mi tener el modelo europeo”, ha afirmado.

La ministra ha asegurado que sólo 336.000 personas cobran actualmente en España la pensión máxima, el equivalente al 5,2% de todos los pensionistas, mientras que casi el 95% están en una franja de pensiones “muy bajas”.