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Macroeconomía

El agujero público se triplica en un año y supera los 78.000 millones

La caída de los ingresos, el aumento del gasto y la pandemia disparan el agujero público

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero
La ministra de Hacienda, María Jesús MonteroEmilio NaranjoEFE

El impacto negativo de la pandemia –que ha provocado la caída de los ingresos y el aumento exponencial del gasto–, ha disparado la cifra de déficit hasta los 78.127 millones de euros al cierre de agosto, más del triple que en el mismo periodo del año anterior –cuando se situó en el 2% del PIB con 25.619 millones– y por encima del 7%, excluyendo a las Administraciones locales, mientras que solamente el déficit de la Administración Central se situaba sumaba un déficit de 60.991 millones en el mismo mes –60.248 millones directamente del Estado y 743 millones de los organismos estatales–, cuatro veces el de 2019 y equivalente al 5,52% del PIB.

Así lo refleja Hacienda en su último informe de ejecución presupuestaria, que refleja un déficit equivalente al 7,07% del PIB, más de cinco puntos por encima del 2,06% que se contabilizaba un año antes, aunque lejos todavía lejos del 11,3% que el Ministerio de Asuntos Económicos ha cifrado para el conjunto de año. Considera Hacienda que estos datos deben ponerse en cuarentena al estar absolutamente condicionados por el estado de alarma, las restricciones, la entrada y la salida del confinamiento, el plan de medidas sociales y económicas puestas en marcha por el Ejecutivo para hacer frente a la crisis sanitaria y las transferencias del Estado a las comunidades autónomas y la Seguridad Social.

En términos de contabilidad nacional –que contabiliza un mes más– este déficit estatal se relajaba poco más de cuatro décimas, hasta situarse en el 5,09% del PIB y alcanzaba los 56.291 millones entre enero y septiembre. Si se deduce el efecto del gasto en intereses –déficit primario– la cifra se sitúa en el 3,56%. Esta evolución se explica por una bajada de los ingresos del 12,3%, hasta 132.381 millones, y un incremento del gasto del 18,5%, hasta 188.672 millones.

Los ingresos impositivos –que representan el 82,4% del total– cayeron un 14% y se situaron en 109.120 millones, pero también cayeron 12,7% los impuestos sobre la producción y las importaciones, entre los cuales el IVA bajó un 14,3%, hasta los 50.252 millones, por culpa del menor consumo derivado de la caída de la actividad. Impuestos corrientes sobre la renta y el patrimonio (-16,1%); Sociedades (-2,6%); IRPF (-21,7% por las entregas a cuenta y la liquidación definitiva de 2018 de las autonomías y al parón de la actividad el consumo); la recaudación impositiva sobre el capital (-56,1%), las cotizaciones sociales (-1,0%) y los dividendos y otras rentas,(-31,2%), así como los intereses (-17,5%), todas las figuras tributarias sumaron números rojos.

En cuanto a la Seguridad Social, sus fondos siguen en números rojos y registran un déficit del 1,74% del PIB, achacables según Hacienda, a aumento de las prestaciones sociales, pese a que los recursos se han incrementado un 13,5% por las transferencias recibidas del Estado, frente a los gastos no financieros que aumentan un 24%. En términos absolutos, el Sistema de Seguridad Social ha registrado un déficit de 6.428 millones, un 0,58% del PIB, frente al déficit del 0,63% del PIB registrado hace un año, lo que representa un descenso del 17,7%. Esta favorable evolución se debe a la transferencia de 14.003 millones recibida del presupuesto del Estado en el mes de junio. Por su parte, los ingresos obtenidos de las cotizaciones sociales alcanzan un volumen de 82.914 millones, con un incremento del 0,6% respecto a los de finales de agosto de 2019. Las prestaciones sociales distintas de las transferencias sociales en especie se sitúan en 106.514 millones, un 9,1% más que el año anterior.

El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) mantiene un déficit de 12.689 millones hasta agosto. Las cotizaciones sociales descienden un 2,9%, frente a las prestaciones por desempleo, que crecen hasta agosto en 13.633 millones. El conjunto de todas las prestaciones supuso un gasto a finales de agosto cercano a los 11.000 millones