Foro Innovación 2021
«Nuestra política fiscal no representa valores de innovación»
Los expertos que participaron en el «Foro Innovación 2021» celebrado por LA RAZÓN pusieron el foco en la necesidad de aprovechar los fondos de la UE y de crear un marco regulatorio favorable
Los retos de este presente cambiante solo se podrán resolver con la mirada puesta en el futuro. Sentir el vértigo de la innovación y de la transformación digital implica que cada vez estamos más cerca de la cima. Pero las ideas innovadoras nacidas de las mentes visionarias necesitan apoyo e inversión, tanto privada como pública, un marco regulatorio y un ecosistema favorable y voluntad política y ciudadana para salir adelante. Estas fueron las principales conclusiones a las que llegaron los seis expertos en innovación empresarial que participaron en el «Foro Innovación 2021» organizado por LA RAZÓN y patrocinado por Atresmedia. El evento tuvo lugar el pasado martes 20 de abril en el Hotel Eurostars Madrid Tower y se pudo seguir vía streaming.
Con el debate, el periódico quiso reconocer la importancia de la innovación y la digitalización como motor de cambio en plena crisis de la Covid-19. Así lo reivindicaron con su presencia María Eugenia Carballedo, consejera de la Presidencia de la Comunidad de Madrid; Andrés Navarro, consejero delegado de LA RAZÓN y Francisco Marhuenda, director del diario. Por su parte, los representantes de las empresas que participaron en el foro, moderado por la periodista de LA RAZÓN Inmaculada González de Molina, son el mejor ejemplo de este compromiso con la innovación. Estos fueron: José Ángel Capote, Director Marketing and Network Strategy de Huawei; Miguel Manjón, Product Strategy & Innovation Project Manager de Cellnex; Clara Jiménez, Directora de Innovación de Accenture; Carolina Pola de Vivar, Responsable de Estrategia e Innovación de Kaudal; Isabel Ferrando Garrido, Responsable de Innovación de Thales; y Luis Antonio Gaite, Datacenter Segment Leader de ABB.
«Este acto se plantea algo tan trascendente como es la innovación en nuestro país» Así arrancó Francisco Marhuenda su discurso virtual de apertura. Una innovación más allá del Estado, que viene de las empresas «para conseguir la recuperación», añadió. La innovación hace que las naciones avancen, por ello, «es necesario un esfuerzo colectivo. Se trata de invertir hoy para conseguir un mañana mejor», reivindicó Marhuenda.
«Las grandes empresas que participan en este foro son un ejemplo de esa potencia innovadora», señaló. Pero la innovación se extiende a todo el tejido empresarial, en España, compuesto mayoritariamente por pymes. «No somos tan grandes como Estados Unidos, China o Alemania, pero somos un país que ha dado innovación y cuyas empresas han sabido estar a la altura siempre», subrayó el director de LA RAZÓN, haciendo hincapié al titánico esfuerzo que hicieron las empresas en la crisis de 2008 para reflotar la economía. No obstante, para salir de esta crisis tan atípica, la innovación necesita «seguridad jurídica en toda España», solicitó. «Las empresas quieren generar empleo y riqueza para España», concluyó.
La llegada de los casi 70.000 millones de euros en transferencias de fondos europeos acaparó gran parte del debate y todos los ponentes llegaron a la conclusión de que se trata de una oportunidad sin precedentes para la innovación. José Ángel Capote, Director Marketing and Network Strategy de Huawei, expuso que «una inversión en infraestructuras digitales de 10 puntos ayuda a subir un punto el PIB, con lo cual hacemos que la economía sea más robusta ante posibles impactos como la pandemia». Este proceso de innovación ligado a la digitalización se ha concentrado en apenas dos años a causa de la pandemia y para que sea exitoso es necesaria la colaboración público-privada, subrayó Capote. En este sentido, Clara Jiménez, Directora de Innovación de Accenture –compañía líder en capacidades digitales, cloud y ciberseguridad–, expuso que «la Administración pública tiene que saber ingerir esta cantidad de dinero, que es 7 veces más que en años anteriores, y tiene que saber administrarlo con agilidad». «Sería un fracaso no sacar partido a ese dinero», señaló Jiménez.
Sin embargo, las pymes innovadoras se están topando con un muro de incertidumbre. Por ello, Carolina Pola de Vivar, Responsable de Estrategia e Innovación de Kaudal –compañía especializada en la financiación del ecosistema de I+D+i en España a través de inversión privada–, señaló que «las grandes empresas deben ser las tractoras de esa colaboración y de que haya una inyección de inversión privada, ya que del esfuerzo que hacen las empresas en I+D, el 82% proviene de fondos privados».
Nadie debe quedar atrás en este camino, un compromiso que la empresa de telecomunicaciones Cellnex lleva en su ADN. «Hay que romper la brecha digital entre el ámbito rural y las zonas más pobladas para dar ese impulso económico al país», demandó Miguel Manjón, Product Strategy & Innovation Project Manager de Cellnex. La compañía se encarga de ello llevando conectividad de banda ancha a zonas rurales como Matanza de Soria, un pueblo de 37 habitantes donde no tenían cobertura y al que también han acercado el Edge Computing.
«En Andalucía, mediante el 5G controlamos un robot que se dedica a recoger mangos, ya que a través del 5G es capaz de saber si el mango está maduro», explicó el ponente de Cellnex. Que una máquina pueda encargarse de estos procesos puede suscitar dudas sobre la tecnología como riesgo para el empleo, algo que Manjón zanjó de la siguiente manera: «Vamos a ir más hacia una especialización. Los trabajos que se puedan automatizar se irán perdiendo y nacerán nuevos empleos que antes ni siquiera existían».
España puede ser un referente en innovación, pero por el momento no se encuentra entre los mejores de la clase. Para triunfar, hay que fijarse en los líderes de esta revolución, aconsejó Isabel Ferrando Garrido, Responsable de Innovación de Thales, y según el ranking de las 60 economías más innovadoras del mundo elaborado por Bloomberg estos son: Corea, Singapur, Suiza y EE UU.
No obstante, nuestro país no se encuentra entre las peores posiciones y además cuenta con la ventaja geográfica, apuntó Luis Antonio Gaite, Datacenter Segment Leader de ABB, compañía líder en electrificación: «Que España sea una península es una ventaja. Tenemos una serie de cables submarinos que nos van a permitir acercarnos a millones de usuarios que están en Sudamérica, Europa y África». Por ello, «tenemos que captar las inversiones que están por venir para desarrollar esos centros de datos que permitan dar soporte a todas estas tecnologías, ya que el 5G no existiría si detrás no hay una infraestructura física que pueda absorberla», añadió Gaite. Y, de hecho, «Madrid ya se está posicionando como un ‘hub’ de distribución digital», apostilló.
Una de las cuestiones que se planteó en el foro fue qué nivel de financiación sería óptimo para que España se colocara a la cabeza de estos países en innovación. Para la Responsable de Estrategia e Innovación de Kaudal, «el mínimo sería llegar a los niveles de Europa. En cuanto a inversión privada en innovación, España se encuentra en torno al 0,6% del PIB, mientras que en Europa es un 1,5% y si se compara con Corea o Japón, estas están entre el 2% y el 3%». «Si ellos son más capaces de atraer esas inversiones porque tienen un marco regulatorio más atractivo, España perderá fuelle en esta oportunidad», advirtió Luis Antonio Gaite, de ABB.
En cuanto al marco regulatorio español, los ponentes coincidieron en que es mejorable y debe ser una herramienta para atraer el talento. «Nuestra política fiscal no representa valores ni de emprendimiento ni de innovación y hay que estimular a la Administración pública para que esos cambios se lleven a cabo», dijo con contundencia Clara Jiménez, quien sugirió la posibilidad de que las empresas tuvieran desgravaciones fiscales por los profesionales que trabajasen en un distrito postal asociado a un lugar rural vaciado.
Isabel Ferrando Garrido recordó que la innovación convive con la búsqueda de la sostenibilidad, que pese a haberse topado con la Covid-19, aún persigue conseguir los ambiciosos Objetivos de Desarrollo Sostenible. En este ámbito, Cellnex está trabajando en la sostenibilidad de sus «sites» en zonas rurales, instalando paneles solares y generadores eólicos. También desempeña su labor en el circuito de Castelloli, un circuito cero emisiones donde trabajan en infraestructuras para el futuro de las carreteras, el coche conectado y el coche autónoma. «Hay que pensar que todas esas carreteras van a necesitar una infraestructura de conectividad a lo largo de kilómetros y que sea sostenible», declaró Miguel Manjón.
Huawei, por su parte, tiene desplegada una estrategia muy completa en cuanto a sostenibilidad. «La ventaja de la compañía es que al trabajar en 170 países, cuando desarrollamos ciertas tecnologías intentamos escalarlas a otros sectores», dijo José Ángel Capote. Esto ocurre con la energía solar que usan en sus «sites» de telecomunicaciones y que han elevado al ámbito de la autogeneración y el autoconsumo para particulares y empresas. «También estamos introduciéndonos en el coche eléctrico, porque en el momento que tienes un chip de conectividad para redes 5G, esa conectividad te vale también para el coche, y si también tienes un sistema de Inteligencia Artificial que es capaz de optimizar el consumo eléctrico, también es interesante para los fabricantes de coches», aclaró. Clara Jiménez, de Accenture, puntualizó que «la digitalización también debe ser inclusiva y es capaz de dar oportunidades a todos. Porque cualquier persona, esté donde esté, tiene una oportunidad laboral y de educación».
Los seis ponentes acabaron sus intervenciones enunciando los principales retos con los que se está topando la innovación española. ABB considera que nos enfrentamos a una de las demandas de energía más crecientes de la historia de la humanidad; Thales cree que el principal reto de España es cultural; Huawei afirma que lo que falta es un contexto regulatorio y un ecosistema favorable; para Cellnex el gran reto es acabar con la brecha digital y llevar la conectividad a todo el territorio; Accenture señala que hace falta voluntad política y un cambio en el modelo para abordar esta transformación; y Kaudal alienta a que España se pregunte dónde quiere estar en 10 años para elegir un camino que nos haga competitivos.
Está en juego el futuro
María Eugenia Carballedo, consejera de presidencia de la Comunidad de Madrid, tomó nota de todo, tal y como lleva haciendo el Gobierno madrileño desde que se puso al frente de la Comunidad. «Este foro de innovación mira al futuro en un momento en el que la administración de vacunas a nivel mundial, quizás en España excesivamente lenta, empieza a arrojar luz al final del túnel. Un túnel en el que la Covid ha puesto relieve la absoluta relevancia de la digitalización y de la innovación», dijo Carballedo.
En el camino hacia un futuro digital, Madrid lleva la delantera. La consejera recordó que este febrero la Comunidad dio por concluida la llegada de la fibra óptica a sus 179 municipios. Además, Madrid es ya una potente bioregión y está en condiciones de ser puntera «en 5G y de consolidar los ‘hubs’ de excelencia en investigación, siempre de la mano de la colaboración público-privada», añadió.
Para lograrlo, la Comunidad de Madrid cuenta con una Estrategia de Recuperación y Resiliencia compuesta por 28 reformas de las cuales el 30% están orientadas a la transformación digital. «Necesitamos liquidez para desarrollar todos estos proyectos, que hemos estimado en 22.300 millones de euros. Por eso, estamos exigiendo al Gobierno criterios objetivos en el reparto de unos fondos que necesitamos y una transparencia de la que adolecemos de una manera muy importante», denunció. «Nos jugamos absolutamente todo. Existir o no en un futuro que es ya prácticamente el presente», sentenció Carballedo.
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