Industria

El coronavirus pasa una factura del 5,3% en ventas y del 1,1% en empleo al sector de la alimentación

La industria celebra, no obstante, su mayor resiliencia que el resto de la economía y confía en el turismo y la hostelería para remontar

Cliente comprando pan en un supermercado
Cliente comprando pan en un supermercadoLIDLLIDL

Se dice que la industria de la alimentación y las bebidas es contracíclica y de las más resilientes a los ciclos económicos porque, a fin de cuentas, se trata de un sector que presta un servicio de primera necesidad. Pero ser imprescindible no la convierte en inmune. Y menos a una pandemia como la del coronavirus que ha asolado la actividad económica del mundo durante meses. Prueba de ello es que la industria española de la alimentación y bebidas, por mor de la Covid-19, puso el año pasado punto y final a seis años de crecimiento continuado en parámetros como la producción, el peso del valor añadido o la creación de empleo.

Según el Informe Económico Anual de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), presentado hoy, las principales magnitudes del sector se contrajeron el pasado ejercicio. Eso sí, los datos sitúan a los alimentos y bebidas como el sector industrial que mejor ha soportado el envite de la pandemia, con una caída menor a la de la industria manufacturera y el conjunto de la economía. La producción real del sector sumó 129.854 millones de euros, un 5,3% menos que en 2019. Sin embargo, esta caída se sitúa por debajo del 11% que retrocedió la economía española. El valor añadido bruto (VAB) también experimentó una caída del 8,37%, hasta los 24.594 millones. Pese a ello, la participación del VAB de los alimentos y bebidas sobre el total de la economía se mantuvo en torno al 2,4% y en el 14,75% del total de la industria.

El sector acusó especialmente los efectos de las restricciones sobre la hostelería y de la paralización de turismo, que no pudieron ser compensados por el incremento de la demanda en el hogar o por la capacidad exportadora debido a que se trata de sectores que dejan menores márgenes a las compañías. El consumo en el hogar registró un repunte del 16,15% y alcanzó los 71.319,9 millones de euros entre los meses de enero y noviembre. Un incremento que FIAB atribuye a que las medidas de confinamiento han elevado el gasto medio per cápita realizado en el hogar hasta los 1.610 euros, un 19% más. Teniendo en cuenta la cesta de productos que componen el IPC, la presencia de los alimentos y bebidas creció hasta representar el 20,34%, lo que refleja el cambio en los hábitos de consumo generados por la pandemia.

Exportaciones

En cuanto al sector exterior, las exportaciones de esta industria alcanzaron los 33.945 millones de euros, con un aumento del 4,4% con respecto al año anterior. La subida se debió, en buena parte, a que las ventas a China se dispararon un 77% debido la demanda de productos cárnicos de este país debido a un brote de peste porcina en el país asiático. “Las exportaciones son la gran fortaleza de este sector, y es lo que nos ha permitido atenuar la caída”, según ha asegurado el director general de FIAB, Mauricio García de Quevedo.

Aunque la pandemia se ha dejado notar en el tejido empresarial del sector, la industria logró mantener casi intacta su estructura productiva con 30.573 industrias a cierre de año, 200 menos que en 2019. En términos de empleo, el sector retrocedió un 1,1% en la cifra de afiliados a la Seguridad Social, la mitad que la industria manufacturera (-2,2%) y que el total nacional (-2,2%). Así, en 2020 la industria de alimentación y bebidas sumó 431.800 trabajadores directos. La aplicación de los ERTE ha contribuido, como en el resto de sectores, a amortiguar el golpe de la crisis. Sin embargo, como sector esencial, los alimentos y bebidas han experimentado una evolución muy favorable en la recuperación de trabajadores de los ERTE, mostrando una reducción del 82,8% de los trabajadores en esta situación entre los meses de mayo y diciembre, según FIAB.

Futuro

“Las empresas de alimentación y bebidas llevan años consolidando los cimientos de una industria robusta y estable. Este esfuerzo ha permitido que el sector resista mejor el fuerte impacto del Covid-19 y esté en condiciones, con el impulso y la colaboración público-privada, de liderar el cambio para la recuperación económica y social de España”, ha explicado a modo de resumen García de Quevedo. De cara al futuro, el directivo ha subrayado que la recuperación de los niveles alcanzados en 2019 (cuando se rondaron los 137.000 millones) podría tardar unos dos años, dependiendo de la evolución económica asociada a la pandemia y la vacunación. “Dependerá de la llegada de turistas y la aceleración en la apertura de la hostelería, pero hay mucha incertidumbre”, ha reconocido García de Quevedo.

Diagnóstico parecido ha hecho el secretario general de Agricultura y Alimentación del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Fernando Miranda. El cargo ministerial se ha mostrado optimista en que la industria de alimentación y bebidas alcance el hito histórico de ventas de 140.000 millones de euros pronto, pero ha advertido de que dependerá del ritmo de vacunación y la inmunidad. “No tengo una bola de cristal, pero para recuperar la senda de 2019, el horizonte será en 2022 ó 2023”, ha subrayado.