Telecomunicaciones

Telefónica reduce a la mitad su deuda con Pallete de presidente

La compañía cierra dos operaciones para recortarla en otros 8.400 millones de euros

El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, con el nuevo logo
El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, con el nuevo logoMAXIMO GARCIA DE LA PAZMAXIMO GARCIA DE LA PAZ

Hubo un tiempo no tan lejano en que la competencia «low cost» o si los derechos de retransmisión del fútbol eran caros o baratos no eran la principal preocupación de Telefónica. El verdadero quebradero de cabeza de la compañía eran sus deudas. En 2011, su pasivo llegó a superar los 56.000 millones de euros después de una época con César Alierta en la presidencia de fuerte ritmo inversor. El nivel llegó a ser tan elevado que las agencias de calificación de riesgo pusieron a la «teleco» española en su punto de mira y amenazaron con la posibilidad de rebajar su nota crediticia si no era capaz de embridar su pasivo. Un recorte de este tipo habría tenido funestas consecuencias para Telefónica. Hubiera enquistado más el problema al añadir dificultades para financiarse en los mercados. Pero el problema de Telefónica con la deuda ha dejado de ser tal en el último lustro, coincidiendo con la presidencia de José María Álvarez-Pallete. Desde que asumió la dirección de la compañía tecnológica, su deuda ha caída un 47%.

Desde 2016, ha pasado de 52.000 millones de endeudamiento a 26.000

Cuando Álvarez-Pallete sucedió a Alierta en abril de 2016, la deuda de Telefónica ascendía a 52.200 millones de euros. Pero poco a poco, comenzó a descender de forma constante y en diciembre de 2018 ya se situaba en 41.800 millones de euros. Ha sido, sin embargo, en los dos últimos ejercicios cuando el recorte ha alcanzado velocidad de crucero. A finales del primer trimestre, su deuda financiera había caído ya hasta los 35.796 millones de euros gracias a la generación de caja y las diferentes desinversiones que ha ido acometiendo. Cuando presentó sus resultados el pasado 13 de mayo, la compañía ya advirtió de que su objetivo era darle otro bocado de 9.000 millones de euros a su deuda en lo que resta de ejerciciouna vez cerrase algunas operaciones que tenía en marcha para dejarla en el entorno de los 26.000 millones de euros. Y ayer, cuando todavía restan siete meses para que concluya el ejercicio, prácticamente alcanzó la meta anual con dos operaciones que le permitirán reducir su pasivo en 8.400 millones de euros. A primera hora de la mañana, la compañía anunció elcierre de la fusión de los negocios de Liberty Global y de su filial en Reino Unido, O2, a través de una «joint venture» participada al 50% por ambas compañías y que se denominará VMED O2 UK Ltd. Una transacción de la que no sólo surgirá un competidor que podrá plantar cara a BT en las islas británicas sino que permitirá a Telefónica reducir su deuda en 5.000 millones de euros.

O2 estaba destinada a ser una de las grandes sacrificadas de Telefónica en pos de su objetivo de reducir su deuda. La compañía alcanzó un acuerdo a comienzos de 2015 para vendérsela a la firma asiática Hutchison Whampoa por 13.500 millones de euros, que se iban a destinar a recortar la deuda de la compañía. Sin embargo, un año después, la Comisión Europea tumbó la operaciónporque le preocupaba «seriamente que los clientes de telefonía móvil del Reino Unido tuvieran menos posibilidades de elección y pagaran precios más altos», y que la transacción «perjudicara a la innovación en el sector de las comunicaciones móviles». Una decisión que el Tribunal de Justicia de la UE anuló a su vez el año pasado por considerar que no estaban probados los presuntos efectos negativos de la operación.

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Ahora, sin embargo, la firma no sólo ha contribuido ya a reducir en 5.000 millones de euros la deuda de Telefónica sino que seguirá reportando ingresos a la multinacional, que podrá proseguir con su reducción.

Telefónica le ha dado también otra importante dentellada a su deuda con el cierre del traspaso de las torres de telecomunicaciones que su filial Telxius tenía en Europa a American Tower Company (ATC) que también anunció ayer. Con esta operación, reducirá en otros 3.400 millones de euros su deuda.

Pero la compañía española no se detendrá ahora en su carrera desinversora. De cara al futuro, entre sus planes también entran la posible venta de más torres, sistemas de antenas distribuidas, data centers, proyectos greenfield de fibra y cables submarinos, entre otros. La venta de este último negocio es la que más interés habría suscitado en el mercado. Según distintas valoraciones, la firma que dirige Álvarez-Pallete podría ingresar otros 2.000 millones de euros.