Energía

El ‘calambrazo’ de Sánchez a los agricultores: una subida del 1.000% en el recibo de la luz

La factura eléctrica supone ya casi el 50% de los costes de producción de una explotación de regadío

Dos niñas juegan con el agua de los aspersores mientras riegan un cultivo
Dos niñas juegan con el agua de los aspersores mientras riegan un cultivolarazon

El calambrazo que nos está dando a todos el precio de la electricidad desde hace bastantes semanas ha cogido al campo, y especialmente a los regantes, en la peor época del año. Además, sin que el Gobierno haya aprobado las normas que estaban pendientes para dar cumplimiento a lo establecido en la legislación vigente.

Así, nos encontramos con este subidón sin que aquellos agricultores que utilizan la electricidad como fuente de energía para regar puedan utilizar la doble tarifa y la doble potencia. Vamos, que el Gobierno de Sánchez, Ribera y Planas ha hecho un doblete de incumplimientos con ellos. Se obliga a los regantes a contratar por la potencia máxima que utilizan solo durante dos o tres meses, pero tienen que pagar ese coste más elevado durante todo el año, aunque no lo utilicen. Si se aplicase la doble tarifa y la doble potencia eso no sucedería.

Pero es que ya llueve sobre mojado. Recientemente la organización agraria ASAJA ha acudido al Defensor del Pueblo ante el incumplimiento de la Ley que regula la doble tarifa para riego. La cosa viene de lejos porque esa norma es de 2013 y se modificó en 2018. Pues bien, tres años después sigue sin establecerse contrato alguno que posibilite a los regantes disponer de dos potencias eléctricas diferentes.

El 30 de junio finalizó el último plazo legal de seis meses que tenía el Gobierno para establecer reglamentariamente una modalidad de contrato que contemplara las dos potencias diferentes en función de las necesidades de suministro y, a fecha de hoy, con Ribera se supone que de vacaciones y con Planas dedicado en pleno al descanso, los regantes ven, al igual que el resto de los usuarios, cómo la luz sube y sube y sube. El problema se agrava porque nos encontramos en la época del año en la que hay más consumo porque es la más intensiva en regadío.

Según ASAJA, la factura eléctrica se ha encarecido un 1.000% en los últimos años y supone ya casi el 50% de los costes de producción de una explotación de regadío. Un auténtico calambrazo que no es puntual, sino continuado.